'La mesa de las tentaciones' ha regresado a 'Supervivientes'. Una prueba que pone al límite a los concursantes para ver hasta donde son capaces de llegar a cambio de un plato de comida. Una tradición del programa que trae más de un drama a los supervivientes.

Una de las penitencias que nunca falla es el corte de pelo. El programa propone a algunos concursantes despedirse de sus largas melenas a cambio de una buena recompensa. Ana María Aldón o Melyssa Pinto fueron algunos de los supervivientes que cayeron en la tentación y este año fue el turno de Anabel Pantoja y Alejandro Nieto.

La sobrina de Isabel Pantoja se enfrentó a una suculenta y enorme hamburguesa completa que le hizo la boca agua hasta que descubrió que en la otra caja lo que se escondía era una maquinilla de afeitar. "Raparse, ¿cómo un hombre?", preguntó Anabel perdiendo toda la ilusión. "Sí, María Jesús Ruiz lo hizo, Ana María Aldón, también", le recordó Lara Álvarez.

"No, no, raparme no, la melena lo negocio, raparme el cráneo no", sentenció.

Pero la negociación llegó. La supervivientes se comprometió a cortarse 5cm por cada ingrediente que se quedaba de la hamburguesa. En total fueron 25cm de su melena y dejó el tomate y el pepino. Y ahí llegó el drama.

"Córtame bien Lara, péiname. Yo no miro, yo no miro. Antoñito lo siento, ya me pondré extensiones", exclamó Anabel deshecha en lágrimas. "No lo tires al suelo que me lo voy a llevar de recuerdo". "Ay mi pelo, qué pena, mira qué bonito es", le decía a Lara con su mechón recién cortado entre las manos.

Pero la sesión de peluquería no quedó ahí. Alejandro Nieto fue el otro concursante que se quedó sin pelo.

Te puede interesar:

Una calzone le esperaba a cambio de un rapado de cabeza pero el trato no terminaba de convencerle. Finalmente, Lara le ofreció raparle al 3 por una pizza, o al 1 por dos. Cedió a la tentación y se quedó con la segunda opción y buen rapado.