La experiencia de Kiko Matamoros en 'Supervivientes' no está siendo como esperaba. Los mosquitos, la falta de comida y la nostalgia están pudiendo con él y su estado de ánimo no es el mejor para enfrentarse a las duras condiciones del concurso.

Para intentar alegrarle un poco y darle un chute de energía que le ayude a continuar, el programa ha decidido que sea el primer superviviente en recibir la visita de un familiar y en la noche de ayer, 'Supervivientes: Conexión Honduras' emitió el emotivo reencuentro entre Kiko Matamoros y su novia Marta López.

Al principio el programa quiso marear un poco a Kiko haciendo pensar que había perdido una votación y que tendría que pasar 24 horas en un islote de arena sin sombra, sin comida y sin ninguna comodidad. Sin embargo, todo formaba parte de una estrategia para sorprenderlo.

Una sorpresa que le dejo sin palabras y le emocionó como pocas veces ha mostrado públicamente. "Muchísimas gracias, ha sido el mejor regalo de mi vida. ¡Muchísimas gracias!" decía el colaborador mientras abrazaba y besaba a su chica.

La pareja no dejó de protagonizar momentos de cariño mientras se decían constantemente lo mucho que se quieren. Un actitud que llevó a Ion Aramendi a preguntar por planes de boda. "Os pregunto una cosa a los dos. ¿Os gustaría que sonaran cocos de boda?". Ella, con una sonrisa de oreja a oreja e igual de nerviosa que cuando lo vio, fue la primera en responder: "En Madrid".

 "A mí me encantaría que sonarán cocos de boda, por lo menos que sonara boda. Desde que estoy aquí sueño con casarme con Marta y no se lo quería decir públicamente, pero lo hemos hablado y se lo tengo que pedir formalmente y por eso no quiero hacerlo público, pero es en lo único que pienso cuando estoy aquí, en casarme con ella, vivir con ella…", sentenciaba Kiko.

Tras este momento, el concursante se dirigió a su pareja para dedicarle una muy emotiva declaración de amor: "Quiero vivir el resto de mi vida a tu lado y quiero ser tan feliz como he sido estos tres años. Te quiero y te adoro".