La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a la productora 7 y Acción, SL y al grupo de comunicación Atresmedia a indemnizar a la ilustradora Mar Hernández, 'Malota', con la cantidad de 16.000 euros más intereses por una vulneración de su propiedad intelectual, hecho que tuvo lugar en el año 2018 cuando el espacio 'El Hormiguero 3.0' exhibió, como parte del decorado de un sketch emitido en cuatro programas, una obra de la citada ilustradora sin su consentimiento.

La sentencia, fechada el pasado 11 de febrero y que ya es firme, resuelve los recursos de apelación interpuestos tanto por 7 y Acción, SL como por la ilustradora titular de los derechos de autoría frente a la dictada el pasado 14 de enero de 2020 por el Juzgado de lo Mercantil nº 14 de Madrid, poniendo así punto final a un periplo judicial que se ha prolongado durante más de 3 años. 

La Sección 28ª de la Audiencia Provincial de Madrid da la razón a la ilustradora demandante reconociendo que la exhibición de su obra ‘Astrónomo’ en el programa ‘El Hormiguero’ sin contar con su consentimiento no solo causó un evidente perjuicio patrimonial, sino que fue susceptible de provocar daño moral, extremo que siempre fue puesto en duda por las entidades demandadas. Así, este órgano determina que “las condiciones y circunstancias en las que se ha producido la infracción de los derechos de Mar Hernández, son causantes de daño moral para ella".

Entre estas circunstancias se encuentran desde la sorpresa en descubrir la infracción, de manera inadvertida, a través de la televisión, pasando por la impresión de baja calidad de la obra, hasta el entorno jocoso y peyorativo del decorado y del sentido del espacio del sketch donde la obra se utiliza. En este sentido, como señala la Sentencia, en dicho sketch la pieza se presenta "como parte del apartamento de un personaje de aspecto descuidado y sucio, con una decoración que pretende estar a juego con el personaje", donde la obra aparece colocada de manera torcida y respecto de la cual otro personaje comenta que el autor de todo aquello "no tiene ni puta idea de decoración”. También se valora la persistencia en la forma en la que la infracción presenta dicha obra, "al haber mantenido de manera continuada el acceso a ese espacio a través de redes sociales y plataformas digitales".

Tanto la autora como su abogado, Àlex Devís, se muestran satisfechos con el resultado, destacando la importancia de no resignarse ante este tipo de situaciones y reclamar. “Sigue estando demasiado extendida la creencia de que, en el ámbito del arte, en los sectores creativos en general, el trabajo se hace por vocación, privándole del valor que tiene. Lamentablemente, estamos ante un colectivo muy maltratado y estos casos son importantes porque sirven para que se tome consciencia de que la legislación de propiedad intelectual otorga derechos a los autores y de que no hay que bajar los brazos ante las infracciones”, valora Devís.

Las personas que trabajamos en el ámbito de la creación solemos sentirnos muy desamparadas cuando ocurren este tipo de vulneraciones, en mi caso fue una suerte contar, desde el primer momento, con el apoyo y el asesoramiento de APIV y de su abogado Àlex Devís. Esto me ha permitido afrontar este litigio con profesionalidad y aunque ha sido un proceso largo y en algunos momentos ingrato, estoy muy contenta con el resultado", comenta Hernández.

Desde la Associació de Professionals de la Il·lustració Valenciana – APIV, asociación para la que presta sus servicios el letrado Àlex Devís y de la que es socia Mar Hernández, también han valorado "muy positivamente" la sentencia, considerándola un gran incentivo para continuar con su labor de defensa del colectivo, según recoge el comunicado que la entidad ha publicado en sus redes sociales.  

Afincada en València, Malota, algunos de cuyos trabajos son en compañía del artista conocido como Bestiola, es autora de decenas de proyectos (calendarios, vajillas, etiquetas, carteles, libros...). Ha ilustrado los nuevos envases de brandy Lobo y de ron Barceló; el libro Mamá, quiero ser feminista, de Carmen G. de Lucena; la portada de la novela El otro Manuel, de Manuel Bartual, o firmado ilustraciones para The New York Times y The Wall Street Journal