"Pero, ¿esto lo he escrito yo?", se pregunta en alto un sonrojado Julián Muñoz, mientras lee pasajes de una libreta llena de recuerdos escritos durante su etapa en prisión.

Ayer en pleno prime time, Telecinco volvía a la carga con el estreno de una nueva docu-serie, esta vez de la mano de uno de los personas públicos más relevantes de la historia de la televisión española: Julián Muñoz, el exalcalde marbellí cuyas excentricidades y escándalos de corrupción marcaron la agenda rosa de la prensa de los años 2005 en adelante.

El documental lleva por nombre ‘No es hora de la venganza, es la hora de la verdad’, y en pocas horas ya ha convertido en un bombazo televisivo: el caso Malaya y sus años en prisión, el engaño a su ex mujer Mayte Zaldívar y, por supuesto, su apasionado romance con Isabel Pantoja coparon la mayor parte de la entrega.

Isabel Pantoja y Julian Muñoz en una imagen de archivo EFE

Un demacrado Julián Muñoz responde a las preguntas de la periodista Paloma García-Pelayo, encargada de desgranar hasta los más íntimos detalles de la vida sexual del exalcalde y la tonadillera. Muñoz lo cuenta todo, e incluso lee pasajes subidos de tono recogidos en esa libreta que escribió durante su estancia en la cárcel, y que tienen como protagonista a "su gitanilla", Isabel Pantoja.

El exalcalde asegura que lo suyo fue un amor irracional hacia la cantante. Se conocían ya de antes, pero la relación de amistad - y más tarde de amor- entre ambos se forjó a partir de una de las visitas a la Feria FITUR de Madrid en 2003: "En la feria del turismo había un stand de Marbella y allí fuimos, allí conocimos a los de Guadalpín y ella decidió que quería comprarse uno de esos apartamentos de lujo en Marbella, a través de mis contactos conseguí que le hicieran un descuento de casi el 50%”.

Y es que precisamente, las paredes de ese apartamento de lujo fueron las que vieron nacer ese amor irracional: "La primera vez que yo me acosté con Isabel Pantoja fue precisamente en el apartamento de Guadalpín, más claro el agua, yo cada vez que podía me escapaba y nos veíamos, al principio en Guadalpín, después en Cantora”.

El ex alcalde va un paso más allá, y dice: "Yo no me acordaba de mis hijas, de mis nietos ni de nadie de la familia. Estaba como si tuviera una caja en la cabeza y solo veía a Isabel Pantoja con una obsesión tremenda por esa persona. Me olvidé de Mayte. Mis pensamientos eran 24 horas y esa obsesión acabó destruyéndome", confiesa.

Julián Muñoz a ratos saca pecho, pero a ratos agacha las orejas: “Tenía que haber sido más hombre. No más macho, más hombre”, dice cuando le enseñan imágenes de su triángulo amoroso con Isabel Pantoja y su ex mujer Mayte Zaldívar, "yo estaba con las dos, estaba con las dos", reconoce.

Y es que el ex alcalde y la tonadillera intentaron llevar en secreto su amor, pero todo se quedó en ridículos intentos de esquivar a la prensa con tácticas como la de la manta, a la que también hizo alusión el entrevistado asegurando que ese día, al contrario de lo que pensaron los fotógrafos encaramados a las puertas de Cantora, el ex alcalde no se encontraba bajo la manta naranja que se veía en los asientos traseros del coche, sino que directamente se encontraba metido en el maletero.

En ese época Isabel Pantoja era la mujer del momento, y precisamente ese misterio en torno a su figura fue lo que acabó por obsesionar a Julián Muñoz: “Yo me sentía como el tío más importante del mundo, había conseguido que un personaje tan impresionante como Isabel Pantoja se fijara en mí, yo era el puto amo”.

Julián Muñoz. EFE

Pero no hay rosas sin espinas, y ahora, "con la perspectiva de los años", Julián Muñoz ya no dedica tan bellas palabras a su gitanilla: "No da puntada sin hilo. Es una persona fría, calculadora y mentirosa", y añade "Isabel me dejó de querer cuando se me acabó el dinero".

Ahora queda por analizar el polvorín de declaraciones que va a desatar el deslenguado testimonio del ex alcalde de Marbella.