Carlota Corredera, muy involucrada en la defensa de Rocío Carrasco ante las reacciones sobre la emisión de su serie documental "Rocío: contar la verdad para seguir viva", lanzaba este verano un ultimátum a la dirección de Sálvame: "O se va él o me voy yo". La disputa surgía por un comentario de Antonio Montero. El colaborador discutía con Belén Esteban y criticaba el cambio de posición de la "princesa del pueblo" tras ver el primer episodio del documental. La discusión subió el tono y llegó hasta el plano personal cuando hizo alusión al papel de Jesulín de Ubrique con su hija, Andrea Janeiro: "Para mí él es un mal padre y Rocío Carrasco también es una mala madre". La presentadora había puesto una línea roja en no trabajar con negacionistas de la violencia de género y ahora va un paso más allá: no trabajar con negacionistas de Rocío Carrasco: "se acabó, esto no es un juego", sentenció. Y abandonó el plató del programa afectada por las declaraciones del colaborador mientras lanzaba el órdago a la dirección de Sálvame.

Desde entonces, la relación en plató de la presentadora con el colaborador era visiblemente tensa. Sin embargo, entre los propósitos de año nuevo de Carlota Corredera se encontraba mejorar la relación con algunos de sus compañeros, entre ellos Kiko Matamoros, con quien parece haber enterrado ya el hacha de guerra, y el propio Antonio Montero. "Sí que creo que tenemos una charla más allá de las diferencias que podamos tener", explicaba la viguesa antes de recordar a la audiencia el motivo de su enfado con Montero. "Aquello que dijo me dolió como si me lo hubiese dicho a mí" apuntaba asegurando que le gustaría que el paparazzi "entendiese por que tuve esa reacción y por qué me gustaría que esas expresiones no se usen. Me parece terrorífico seguir escuchando a día de hoy expresiones hacia Rocío Carrasco que me parecen tan injustas".

Mientras parece que entre los protagonistas de la historia la tensión se rebaja y el propio Antonio Montero ha aceptado gustosamente tender puentes con Carlota Corredera, la polémica se ha reavivado en redes.

Segunda entrega del documental

A la espera de la emisión de la segunda parte del documental 'En el nombre de Rocío', el aperitivo con el que Telecinco ha tratado de incentivar a la audiencia llegó el pasado diciembre en forma de homenaje a Rocío Jurado. En el especial 'El último viaje de Rocío', Rocío Carrasco sacó a la luz 18 contenedores y más de 30 toneladas de documentos y objetos personales de la cantante. Un gesto con el que pretendía homenajear a su madre antes de la emisión de la segunda parte de su docuserie 'En el nombre de Rocío.'