La gala de este jueves de 'Secret Story' ha vuelto a estar cargada de tensión. Se esperaba una noche intensa con la lucha por la salvación entre dos de los pesos pesados de la edición, Lucía Pariente y Adara Molinero. A lo largo de toda la semana, los porcentajes que se iban conociendo no dejaban nada claro sobre quien sería la expulsada pero finalmente, Adara ganó la batalla. La considerada 'reina de los realities' de Telecinco ha conseguido quedarse una semana más en Guadalix de la Sierra.

Como cada jueves, la expulsada se trasladó al plató para reencontrarse con sus allegados y con todas las cuentas pendientes del exterior y así lo ha hecho Lucía Pariente. La madre de la modelo se ha tenido que enfrentar a su paso por el programa y a muchos de sus excompañeros. "Creo que tu mayor lastre dentro del concurso ha sido Isabel Rábago. Creo que te has obcecado mucho con Luca y Cristina y no tenías razón de ser. Tu mayor enemiga es la que tenías al lado, que te ha acuchillado y es responsable de que hoy estés aquí", manifestó Frigenti, uno de sus grandes enemigos dentro de la casa. Otros de sus grandes conflictos lo tuvo con Adara Molinero. Ambas se dijeron cosas subidas de tono durante su estancia en la casa, cosa que Elena Rodríguez, la madre de la joven, quiso reprocharle. "Te has echado tú sola con tu comportamiento y tus frases dañinas" apuntó la madrileña.

Fue en ese momento cuando Alba Carrillo salió en defensa de su madre con un comentario que fue de todo menos acertado. "Es tremenda, hay que saber perder, pero también saber ganar". A lo que su madre añadió: "Alba, que Adara tiene que ganar el concurso este año". Y entonces llegó la frase de su hija: "Ya, claro, pues a ver a quién se tira", unas palabras que provocaron el enfado de Jorge Javier Vázquez y de gran parte de la audiencia que comenzó a pedir la expulsión de la modelo.

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Las salidas de tono de la Carrillo no dejan de sucederse en el plató de 'Secret Story'. Hace tan solo unas semanas, la modelo decidió abandonar el plató tras una fuerte discusión con su compañero de cadena Miguel Frigenti. "Estaba contenta porque era La línea de la vida de mi madre y quería estar allí, y lo que no se puede permitir es que te insulten y te hablen por lo bajo, y te chillen y te insulten mientras ponen los vídeos. Ya está, se queda Secret Story con sus gentes, a las que se les permite todo. Porque el problema es ese, que Frigenti consigue siempre lo que quiere, porque es un violento y hace que los demás perdamos los papeles y te tengas que ir" comentaba antes de salir. Aunque el enfado le duró bien poco. Tardó apenas unos días en volver arrepentida de su desplante: "Pido perdón a ti, a mis compañeros de plató, al público, a los espectadores, porque no se debe hacer eso y, sobre todo, aunque no me pueda escuchar, a mi madre. Porque le debo el respeto de estar aquí defendiéndola."

Ahora su madre ya está fuera y Alba dejará de acudir a los programas y protagonizar escenas como estas.