Llevan casi diez años juntos y se convirtieron en una de las parejas más polémicas de este reality show. En la memoria colectiva de los seguidores del programa 'La Isla de las Tentaciones' ha quedado para siempre el grito desesperado de Chrístofer Guzmán por la playa de República Dominicana tras ver la infidelidad de su novia: "¡Estefaníaaaa!". Una llamada desgarrada, mientras su protagonista corría por la orilla, en medio de la noche cámaras mediante, que incluso se convirtió en hit musical, y que quedará para la historia de los grandes momentos de la televisión. Fani Carbajo le había sido desleal con Rubén, un joven malagueño que, contra todo pronóstico y a pesar de haber roto esa relación, decidía en el último minuto no marcharse con ella.

Pero hubo perdón posterior, y la pareja, ya de vuelta en España retomó su relación.

¿La historia se repite?

En este caso no ha habido huída desesperada con grito en el cielo, pero la reacción de Chrístofer en la primera hoguera de esta edición especial, secuela del anterior 'reality', fue contundente. El programa arrancó con el momento en el que los habitantes de Villa Luna visualizan a través de una tablet el comportamiento de sus parejas durante su estancia en la otra casa. Antes de ver los vídeos de Fani en Villa Playa, el participante de esta secuela de 'LIDLT' aseguraba que había cambiado como persona, con respecto a su primera estancia en la isla. "He aprendido a quererme más, así que lo veré de otra manera", aseguró.

La tablet empezó a emitir las imágenes que mostraba varias escenas de tonteo de Fani con Julián, uno de los participantes que tenía cuentas pendientes con ella, así como algunos comentarios y actitudes de ella que hicieron estallar a su novio. "Para mí es una falta de respeto. Estoy hasta los huevos. Yo con esta mujer no quiero saber nada más. Ya no aguantó más estas mierdas. Que siga zorreando como le gusta. Estoy hasta los cojones. Ya está, no tengo que decir nada más".

Aunque la presentadora, Sandra Barneda, le respondió con otra de las frases más icónicas del programa: "Hay más imágenes para ti", Chrístofer se negó a verlas: "¡No me hace falta ver más, tengo un límite!, manifestó con rabia.