Este año Rocío Flores ha atravesado uno de los episodios más difíciles de su vida.
Las repercusiones del documental de su madre le impactaron por los cuatro costados: a raíz del contenido del primer episodio despidieron a su padre, tuvo que defender en varios platós de televisión a Olga Moreno mientras participaba en Supervivientes y los colaboradores no dudaban en preguntarle por cuestiones personales derivadas del interés de la serie de su Rocío Carrasco.
Por otro lado, calculando un filón que no se correspondió con la realidad, Telecinco fichó a la hija de "la más grande" y comenzaron a trabajar en el mismo espacio.
Rocío Flores y la fama
Rocío Flores pudo haber sacado rédito desde muy joven a su imagen en medios de comunicación como juez y parte de su conflicto familiar.
Comenzó a pisar los platós de televisión como defensora de Antonio David Flores en GH VIP 7. La acogida de las cámaras fue tan buena como la respuesta de la audiencia, que se interesó por su situación familiar, la hija de Rocío Carrasco desconocía que se estaba gestando la antesala de su pesadilla: el documental de su madre.
La nieta de Rocío Jurado participó a continuación en Supervivientes, un movimiento acertado que generó más simpatía en la opinión pública y engordó el número de sus seguidores en Instagram.
La pequeña pantalla le propició el salto que muchos participantes de reality priorizan a los 200.000 euros de premio: la fama.
El mensaje de Rocío Flores a Rocío Carrasco
La presión obligó a Rocío Flores a frenar sus colaboraciones y tuvo que renunciar a parte de su trabajo por el estrés, pero hasta ahora no ha podido cogerse las vacaciones que necesitaba.
Se ha ido a Ibiza a pasar unos días con su novio, un paréntesis que le ha servido para mirar el pasado con perspectiva.
La joven no ha podido evitar compartir sus conclusiones en Instagram: "Con el paso del tiempo aprendí que irse de algunos lugares también es cuidarse. Alejarse de alguna gente, también es protegerse. Cerrar algunas puertas, también es quererse".
