El pasado miércoles, durante el reencuentro de 'La isla de las tentaciones 2', se descubrió que Tom y Melyssa habían mantenido relaciones sexuales al llegar a España, pese a que su relación sea inexistente en la actualidad. De hecho, el marroquí tiene una relación sentimental con Sandra, la tentadora con la que le fue infiel a su novia.

Sin embargo, muchos ponen en duda ese amor sincero que ambos se profesan y apuntan a que su relación es puro interés económico. Una teoría que 'Sálvame' ha reforzado emitiendo unos audios de la joven hablando con un periodista sobre un posible montaje.

"Es un poco retorcido, pero imagínate unas fotos en una tienda de bebés", le decía Sandra al paparazzi. "No, no, no, no tía. Eso ya lo haremos en diciembre porque si no nos metemos en un jardín los tres que flipas, eso más adelante cuando la relación esté más estable", le responde el fotógrafo, más al tanto de las estrategias para crear interés en la prensa del corazón y para no levantar sospechas de montaje.

Fue entonces cuando a la catalana se le ocurrió otra idea: "Una inmobiliaria". Y es que, hasta el momento de la supuesta llegada del bebé, la pareja alimentará la idea de que están buscando un nidito de amor en Madrid.

Seguidamente, en la conversación emitida por el programa de Telecinco, Sandra subraya su disposición y la de Tom para hacer este tipo de trabajo: "Nosotros estamos aquí, no hay problema, luego hablamos de dinero, unos 1.000 euros por cabeza es una buena exclusiva realmente". Eso sí, deja claro que cuando llegue diciembre y vayan a la tienda a mirar cunas y ropita, las imágenes tomadas tendrán que "pagarlas bien".