Las directoras belgas Sofie Benoot, Liesbeth De Ceulaer e Isabelle Tollenaere se hicieron ayer con el premio del jurado en el Festival Play-Doc de este año con su cinta "Victoria". En ella, meten a la audiencia en un viaje hacia el desierto estadounidense de Mojave, al sur de California. Allí, semicubierta por la arena se localiza la ciudad de California City, que comenzó a ser construida hace 60 años pero nunca fue rematada. Entre sus calles, se mueve un "héroe moderno", Lashay T. Warren, quien "empieza una nueva vida en un nuevo lugar", como señalaban las realizadoras en una entrevista durante la participación del filme en la Berlinale.

El jurado destacaba ayer que "el cine, el arte, tiene que ofrecer pistas, servir de brújula para volver a lo esencial" en estos "tiempos difíciles". Esto se logra con este documental en el que "se procura encontrar un sentido a la vida en un lugar donde, aparentemente, no lo hay" para a partir de ahí "construir un nuevo relato".

La realidad es que las tres jóvenes directoras estuvieron trabajando seis años en esta cinta, para la que les costó conseguir financiación. Entre sus fines, por supuesto, "encontrar un nuevo lenguaje", así lo aseguraron en una entrevista que está disponible en la web de Cineuropa.

Las realizadoras explicaron que California City -que fue levantada con el ánimo de copiar a Los Ángeles- "es un sitio al que un montón de gente va para olvidar su pasado" y que la mayoría de los que conocieron allí, precisamente, procedía de LA.

"Victoria " tiene su semilla en un trabajo inicial sobre desiertos. De los analizados, el de Mojave con California City las atrapó. "Empezamos a fantasear, rememoraron en la entrevista, con ir allí y ver qué tipo de filme podía salir de dicho espacio".

Al llegar allí y conocer a diversas personas, buscaron un protagonista que tuviera una historia. El elegido fue Lashay, alguien con un pasado marcado por la violencia que desea, ante todo, arrancar una nueva vida.

"No queríamos un filme deprimente de un sitio deprimente", señalaron por lo que mostraron una persona a la que calificaron no solo de héroe moderno sino de encantador, lleno de creatividad.

Lashlay sigue conectado con su pasado de Los Ángeles grabando pequeños vídeos de cosas y animales que se encuentra y que envía a sus amigos en la gran urbe californiana. Para las realizadoras, "es una forma de poseer el paisaje" mientras muestran escenas de él andando en conexión con lo que hacían los pioneros que descubrieron el lugar antaño.

Realizar esta cinta que ha triunfado en el Play-Doc no fue un camino fácil en la búsqueda de financiación, con exiguos apoyos.