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Directora de "Xoves de comadres", corto que triunfó en Málaga y Cans

Noemí Chantada: "Debemos cambiar el paradigma de una sociedad que va ultrarrápido"

"Al cuidado de las personas no se le da la importancia que tiene", lamenta

Noemí Chantada, en el puerto de Bueu, esta semana en su participación en el FicBueu. // Santos Álvarez

La viguesa Noemí Chantada surfea en la cresta de la ola con su corto "Xove de comadres", rodado en la urbe olívica. Con él, triunfó en el Festival de Málaga y Cans. En este último, convenció al jurado, a los vecinos y al público: toda una hazaña.

- Dos premios en Málaga, otros cuatro en Cans...

-Está siendo un mes de locura total. No hace ni un mes que estrenamos el corto en Málaga. Ir allí ya era un premio per se, pero ganar... No contábamos con ello. Teníamos ganas de llegar a casa para celebrarlo y participar en Cans es como estar en casa. Tú te alegras de los premios de los compañeros y los compañeros se alegran de los tuyos. Es una fiesta. En este caso, además, nos llevamos el premio del público que es precioso porque lo que hacemos, lo hacemos por el público.

- ¿Qué tiene de especial "Xoves de comadres"?

-La verdad es que no lo sabes muy bien. De primeras no haces algo pensando en la reacción de la audiencia, procuras hacer algo lo más honesto posible, que transmita lo que tú piensas. Tienes dudas de si se entenderá, de si parecerá interesante o una chorrada... Pero después de mostrar el corto, la gente se acerca y te dice que le recordó a su abuela... Hubo un par de personas en Cans que me dijeron que eran cuidadoras y que lo sintieron muy real.

- Desde mi punto de vista, además de la temática y un guión superrealista que te hace sonreír y llorar, están las grandes actuaciones de las protagonistas, tan tan reales.

-Sin duda. Hay gente que, al principio del corto, cree que es un documental, piensa que no están actuando, especialmente la parte en la que Aurora Maestre recoge su casa, esa parte en la que vemos su soledad. Esas escenas son una mezcla de elementos que cogimos de la gente que entrevistamos en la residencia donde realizamos la investigtación. Aurora y Noelia Castro supieron hacer suyo el guión aportando cosas que hacen crecer a los dos personajes.

- Cuénteme más de la preparación del corto en una residencia.

-El inicio de la investigación consistió en hablar con mi madre, cuidadora. Ella siempre me contó cosas de su trabajo; pero, a mayores, quería encontrar una mujer que participara en la pieza. Fui a una residencia de Vigo y pasé 15 días haciendo visitas, charlando, deseando que me contaran su historia. Había historias superinteresantes para contar pero tenía un plazo limitado para grabar y entregar el trabajo, entonces tenía que entrar a saco en sus vidas, ir a sus casas, acompañarlos en el día a día con tres o cuatro personas más del equipo? Los cuidadores de la residencia me dijeron que iba a ser perjudicial para el avance de la enfermedad porque una forma de mantenerla a raya es la rutina. Así que lo que hicimos fue trasladar esas historias a un guión.

- En una conversación anterior, me había dicho que el oficio de cuidar personas no está lo suficientemente reconocido.

-Al cuidado de personas no se le da la importancia que tiene. No solo hay que estar preparado profesionalmente, sino que hay que estar preparado emocionalmente. Yo veía que mi madre hacía su trabajo con un cariño inmenso y eso no casaba con la idea externa e incluso peyorativa que hay sobre este trabajo que no solo es importante para las personas mayores. En la pandemia se demostró que entre todos nos debemos cuidar un poco más, cambiar el paradigma de una sociedad que va ultrarrápido

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