Jesús Vázquez sentado frente a un mar turquesa mientras Bertín Osborne trata de llegar hasta él saltando entre las rocas de la costa de Formentera. Así comenzó el viernes por la noche el programa 'Mi casa es la tuya', de Telecinco, protagonizado por el presentador gallego, que escogió la isla en la que pasa los veranos para invitar a Osborne.

Vázquez comenzó a desgranar la historia de su vida. Desde el acoso escolar que sufrió de pequeño (por su sobrepeso, su amaneramiento y su marcado acento gallego) en el colegio de curas en el que estaba escolarizado en Madrid hasta sus nuevos proyectos, pasando por sus estudios frustrados de Veterinaria, que abandonó el día que, en tercero, se desmayó al ver una operación para extirpar un tumor a un caballo. Lejos de obviarlo, el gallegó detalló lo que sufrió por el caso 'Arny', especialmente por su madre, del que salió absuelto. "Quiero hablar de esto", indicó, visiblemente afectado antes de anunciar que iba a contar algo que no había compartido públicamente hasta el momento.

Entre lágrimas, explicó cómo su madre había caído enferma de un cáncer durante el proceso y cómo él y sus hermanos, para ahorrarle sufrimiento, decidieron quitarle la televisión en la habitación del hospital y fingir ante ella que habían absuelto a Jesús a pesar de que aún no había acabado el juicio, para aportarle cierta tranquilidad. "Al día siguiente se fue", relató el presentador entre lágrimas.

Mucho más desenfadada fue la segunda parte del programa, la comida, a la que Vázquez invitó a la presentadora Ana García Siñeriz, la persona que le animó a que descubriera Formentera "por tierra, no sólo desde el barco", y el moranco Jorge Cadaval (al que conoció durante el proceso judicial y se convirtió en un hermano, ya que cuando el gallego se quedó sin nada por el escándalo le ofreció vivir en su casa de Sevilla y fue arropado por toda la familia del humoristas) y su marido Ken Appledorn, que llevaron a la comida queso, sobrasada y vientre relleno.