Sara Lúa, una de las concursantes gallegas que este año participa en MasterChef ya no seguirá compitiendo en las cocinas del programa de TVE. La dependienta de A Coruña se convertía en la séptima eliminada de la temporada después de completar un vertiginoso viaje de lo mejor a lo peor de la noche.

Porque el inicio de Sara Lúa en la última entrega de MasterChef no pudo empezar mejor después de conseguir convencer a los exigentes paladares de los jueces -unos cada vez más duros Samantha Vallejo-Nájera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz- con una propuesta ingeniosa, pero de ración escasa, con la que logró sortear las dificultades de un clásico del realista culinario de la televisión pública: el robo de ingredientes en las cestas de los contrincantes.

Esa victoria no solo supuso que Sara Lúa se convirtiese en la capitana de un equipo en la prueba de exteriores (y también de otro clásico, el de la repesca) sino también fue el primer episodio del vía crucis que atravesaría hasta su eliminación.

Insegura, temerosa de asumir las riendas del equipo azul y con el reto de tentar con un pescado y un postre a los deportistas que se entrenan en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Madrid, la gallega Sara Lúa fracasó estrepitosamente: pocos comensales se atrevieron a probar la merluza y el postre (sin finalizar en buena parte) tampoco sedujo a los que tenían que probarla.

Esa derrota la condujo junto a sus compañeros a la prueba de eliminación. Allí, junto a un sobrevenido compañero (un aspirante descartado en el casting de MasterChef) se las vio para completar un postre que acabó siendo amargo. Un cúmulo de fallos en su elaboración y la falta de compenetración con su ayudante asturiano hicieron que los tres jueces la escogiesen para ser la nueva eliminada del programa.

Iván: "Soy un gallo que llora"

La despedida de Sara Lúa de MasterChef, que la gallega aceptó entre lágrimas de tristeza y con la voz quebrada nos dejó también uno de los momentos más destacados de la noche: las lágrimas de Iván.

El otro concursante gallego, como otros concursantes, no pudo contener las lágrimas al ver marchar a Sara Lúa y respondía a la pregunta de Jordi Cruz de porqué lloraba con un lacónico: "Soy un gallo que llora".

El entrenador personal, también de A Coruña pero que desarrolla su vida profesional en Ourense, ha estado desde la primera entrega de este año de MasterChef en el grupo de los concursantes más contestatarios. Sus desencuentros con la opinión de los jueces y el duelo que mantiene con Andy o han colocado entre los participantes protagonistas de este año y, según, Sara Lúa, el que debería ganar esta edición.

Ella, ahora, tendrá que seguro la evolución de sí hasta ahora compañero desde casa. El que no lo hará es el gaditano Carlos, que se incorpora a MasterChef después de triunfar en una repesca inusual: ninguno de los candidatos había pasado por las cocinas del programa sino que se habían quedado fuera en el arranque de la temporada. Él, ocupará el sitio de Sara Lúa en MasterChef hasta que el refinado paladar de los jueces lo decida.