A. NOGUEIRA | VIGO

Se hizo esperar. Una hora después de que el último programa de Land Rober diera comienzo, Julio Iglesias hizo su aparición en riguroso grabado. En un entrevista exclusiva para Roberto Vilar emitida ayer en la TVG, el cantante declaró su amor por su público, "lo que más me ha compensado en la vida" , dijo, y por Galicia: "Cuando voy por el mundo soy un gallego más, un emigrante".

Iglesias, tan moreno como de costumbre, reiteró su admiración por la tierra de su padre, "miña terra", una y otra vez. Se lanzó incluso a hablar en gallego con más o menos acierto. "Estoy aquí feliz", aseguró para incidir en que había aceptado la invitación solo porque se trataba de su tierra. "Lo que siento por Galicia lo dije en una canción, 'teño morriña, tengo saudade". Rememoró su vinculación con la Comunidad y tuvo palabras emotivas para su padre, "su compañero".

Reconoció que aunque emigrante gallego, tuvo más suerte que la mayoría y consideró que se debe a la unión de "alma y cabeza": "La vida me dio una voz pequeña, pero de dentro".

Menciones superfluas aparte sobre amoríos o Vargas Llosa, pareja de su exmujer, uno de los momentos estelares -por estrambótico- se produjo cuando Lola, la madre de Vilar -que comenzó la entrevista muy nervioso- entró de sorpresa, tortilla en mano, en el set de grabación, el Pazo de los Escudos de VigoPazo de los Escudos. "Tu visita vale mil tortillas y mil mariscos", le espetó Lola. Iglesias agradeció el gesto y Vilar le confesó -con emoción real- que era "el momentos más emotivo" de su vida al ver a su madre tan contenta.

Julio Iglesias se lanzó a hablar de sus hijos y reconoció su escasa relación con Enrique. "Cuando me llama me hace llorar porque me toca fibras sensibles", aseveró. Después aclaró que no tuvo "el tiempo necesario" para estar con él cuando era pequeño, dando a entender que de ahí provienen sus desacuerdos.

Así se gestó la entrevista de Julio Iglesias en Land Rober

El camino para realizar la entrevista ha sido largo. Comenzó en 2009, cuando Julio José Iglesias visitó a Roberto Vilar. Entonces ya le preguntaron si sería posible que su padre les visitara también.

La propuesta quedó suspendida, pero dos años más tarde Fernando Esteso acudía como invitado y recordaron un sketch en el que imitaba al cantante. Como Esteso tenía el número de la secretaria de Julio, la llamaron en directo para poder hablar con él. La mujer no pasó la llamada pero se comprometió a transmitir la petición, cosa que volvió a hacer cuando, un año más tarde, era el actor Manuel Manquiña quien llamaba para invitar a Julio al programa.

Hace dos años, cansados de esperar, Land Rober decidió enviar a uno de sus protagonistas, Manolito el Pescador, a Punta Cana, donde Iglesias tiene establecida su residencia. Manolito pasó un mes allí buscando al gallego, pero no obtuvo resultados.

Tras esto, por fin consiguieron el número de la casa de Iglesias de una manera "casi ilegal", según reconoció Vilar. Así que comenzó a llamar personalmente, pero no logró contactar con él. Decidió cambiar de estrategia y telefoneó nuevamente pero esta vez dijo: "Hola, soy Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia". Vilar reconoció que sí, "que es suplantación de la identidad", pero fue efectivo porque, aunque en ese momento no pudo hablar con Iglesias llamó una segunda vez diciendo lo mismo y por fin, ocho años después, habló con Julio Iglesias.

Vilar le contó a Iglesias quién era en realidad, le informó de que Feijóo iba a visitarlos y de que le haría "mucha ilusión" que lo saludara en directo vía telefónica. Así lo hizo y Roberto Vilar se valió del presidente de la Xunta, el público y la presión del directo para que Julio Iglesias se comprometiera a acudir a la TVG.