Tremendo susto el que se llevaron los presentadores del canal KTLA 5 del condado de Los Angeles, que vivieron en directo el temblor de 4,4 grados en la escala de Richter que sacudió la ciudad a las 06.25 de la mañana. Afortunadamente para ellos, y para el resto de residentes del condado, el sismo resultó inofensivo.

Los presentadores se metieron debajo de la mesa para protegerse, tal y como recomiendan las autoridades, mientras que en el plató de FOX, donde las vibraciones fueron más evidentes, los reporteros se quedaron paralizados. "Eso es un terremoto, y es uno grande", comentó Tony McEwing en directo.

El movimiento telúrico se produjo a una profundidad común (8 kilómetros), según confirmó a Efe el profesor Jean-Paul Ampuero, del Laboratorio Sismológico del Instituto Tecnológico de California.

Lo que resultó más inusual fue su localización. El sismo se originó bajo las montañas de Santa Mónica, una zona que hasta ahora había sido tranquila en cuestión de terremotos, a menos de 16 kilómetros de áreas como Bel Air, Beverly Hills, Burbank y Santa Mónica, lo que propició una sensación generalizada entre la población de que se había tratado de un gran terremoto.

Las tablas de intensidad sísmica del Servicio Geológico de EEUU (USGS) indican que en los puntos más cercanos al epicentro en un temblor como éste la percepción del mismo puede llegar a ser "fuerte", aunque los daños sean "ligeros".

Desde USGS se confirmó que se trató del seísmo de mayor magnitud producido en esta región desde el temblor de 5,5 grados del 29 de julio de 2008 con epicentro en Chino Hills, al noreste de Los Ángeles.

El seísmo de hoy no dejó rastro de daños personales ni materiales y fue seguido por varias réplicas de menor intensidad hasta terminar quedándose en una anécdota de inicio de semana en el condado que, al igual que el resto del estado, está habituado a los movimientos telúricos.

Desde el pasado 1 de mayo, USGS registró en California más de 2.000 seísmos, el 99,5 % de los cuales fueron de menos de 4 grados en la escala de Richter.

El más fuerte tuvo lugar el día 9 a 80 kilómetros de la costa norte del estado y tuvo una magnitud de 6,8.

"El terremoto de hoy es un recordatorio de que otro más grande puede ocurrir en cualquier momento", dijo Ampuero, que descartó que la falla en las montañas de Santa Mónica suponga una amenaza.

"No es tan larga como la de San Andrés. Un seísmo de magnitud 8 no cabe en esa falla", aseguró.

La Cruz Roja de EEUU confirmó a Efe que tras la sacudida en Los Ángeles su web, donde venden bolsas con materiales de primeros auxilios, experimentó un incremento inusual de actividad procedente de la costa oeste.

Por momentos, los compradores de esa equipación de emergencias se encontraron con que los materiales estaban agotados, pudo comprobar Efe.