"Dos metros de roca, ésa es la franja de agua y oxígeno en la que crece el percebe. Dos metros donde el mar se ensaña [...] donde Serxo y sus compañeros luchan por un bocado de mar". Así se presenta la historia de Serxio Ces, un percebeiro de Cedeira, que está preseleccionada para los Premios Goya. Cuatro cámaras (una submarina, una aérea y otra en la roca con el percebeiro) capturaron esa lucha titánica entre el hombre y el océano. El vigués Fernando Ureña es el guionista y uno de los "padres" del mini documental, así como la mano derecha del director David Beriain, un corresponsal de guerra con un extenso currículo en conflictos. Escribieron el guión juntos. La música hecha expresamente para el documental corrió a cargo de Anxo Pintos, artista y miembro de Berrogüetto, y otro gallego, Suso Ramallo, se encargó del diseño de sonido desde las rocas.

–Para grabar a esos héroes del Atlántico, han tenido que bajar a la "mina". ¿Ha sido un rodaje complicado?

–Los operadores de cámara que estaban ahí abajo, uno con cámara submarina, grabaron a un centímetro de los percebeiros y se llevaron los mismos golpes del mar. En el making of se puede ver (http://www.enpiedeguerra.tv/percebeiros/) Tuvimos a doce personas en el rodaje, fue un equipazo, de una calidad profesional enorme.

–¿Dónde y cómo conocieron al protagonista absoluto y la voz del documental, Serxio; tuvieron que pasear muchas lonjas?

–Tuvimos mucha suerte porque Suso Ramallo grabó un disco hace tiempo con Os Cempés. Uno de los miembros de este grupo de música es percebeiro y se ofreció a enseñarnos la zona. Lo conocimos y vimos unos perfiles humanos interesantísimos y dijimos "es que el personaje que necesitamos eres tú".

–¿Cuál era ese perfil?

–Es un percebeiro de mediana edad y que está perdiendo la fortaleza física de la juventud y se preocupa por su futuro laboral... Y además, él tiene dos hijos.

–Él dice en el documental "mis hijos son los percebes".

–Porque viven de lo que él coge en el mar, pero a la vez es peligroso y si él desaparece, se quedan huérfanos. El conflicto que plantea nos pareció interesantísimo para contar esta historia. El peligro del mar, que al mismo tiempo alimenta a sus hijos. No queríamos hacer un videoclip de percebeiros, queríamos contar una historia y Serxio nos ayudó en el lado humano.

–¿Escribió un guion abierto?

–En el guión, hicimos un trabajo duro porque teníamos claro que él tenía que ser el narrador. Una persona se retrae cuando ve una cámara y hay que romper el hielo para que te cuente lo más profundo. Estuvimos cinco días con ellos pero hicimos la entrevista al cuarto. Él hizo su vida y nosotros nos encargamos de pegarnos a y seguirlo. Tiene un amor por su mujer y sus hijos desbordante y eso es parte de su conflicto: el miedo a sufrir un accidente algún día y dejarlos sin sustento.

–¿Querían reflejar algo más humano que la dureza del trabajador del mar?

–Queríamos reflejar la dureza del percebeiro en su oficio, tal cual. Con los golpes, el mal tiempo y las olas. Pero también, su conflicto psicológico. ¿Qué supone esa vida tan extrema? Cómo sufre, cómo vive y si eso le crea conflictos. Él reconoce que por las noches se despierta.

–El director es un corresponsal de guerra. ¿Se plantea la historia como una batalla?

–Sí. Generalmente, las personas se levantan y van a su trabajo, pero el percebeiro mira al mar y piensa: "¿Hoy me la juego o no?". Si no me la juego, no gano dinero; si me la juego, a lo mejor no vuelvo. Como en una batalla.