A Fracha es el balcón desde el que los vecinos de la Boa Vila pueden asomarse y redescubrir su ciudad. La verán como nunca antes lo habían hecho: el casco urbano que se expande sobre las márgenes del Lérez, flanqueado por extensas y ondulantes masas forestales.

El Concello de Pontevedra ha puesto en valor este gran parque forestal, que abarca 406 hectáreas entre las parroquias de Marcón, Tomeza y A Canicouva. Contará con cuatro miradores y 27 kilómetros de senderos tanto para caminantes como para ciclistas.

Además del área recreativa y los dos miradores de Outeiro Navío en Marcón, también se acondicionarán el de Regha Pieira en Tomeza y el de O Couto das Forcadas en A Canivouva. En el entorno de cada uno se habilitaron zonas recreativas con merenderos y sendas.

Sendero hacia uno de los miradores de A Fracha. Gustavo Santos

El mirador de Outeiro Navío alcanza los 420 metros sobre el nivel del mar, por lo que ofrece una espectacular panorámica del valle del Lérez. Este y el de Couto das Forcadas son accesibles para personas con movilidad reducida, y los paneles explicativos también estarán señalizados en Braille.