Comer bien no es sinónimo de que en el menú semanal no aparezcan las grasas. Comer bien significa seguir una dieta equilibrada en la que aparezcan todos los grupos de alimentos. Eso sí, cada uno en su justa medida y optando por las alternativas que más tienen componentes buenos para nuestra salud.

Por ejemplo, los frutos secos, el aguacate, el aceite de oliva o el salmón son solo algunos ejemplos de alimentos ricos en grasas saludables. Su aporte nutricional es excepcional y, por lo tanto, siempre deben estar presentes en un menú semanal.

Otro alimento que se puede incluir de forma periódica es la nata. Eso sí, siempre hay que elegir las opciones que no tienen añadidos. Y es que la nata tiene todas las propiedades de la leche: es muy rica en vitamina A y contiene vitamina D, además de otros minerales como calcio, zinc, sodio, potasio o fósforo.

Y lo que es aún mejor, es una opción ideal para llenar los platos de sabor. Estos son solo tres ejemplos de platos salados con nata nutritivos y que, además, son aptas para llevarse a la oficina en tupper.

Pollo con setas

Pollo en salsa de setas. Shutterstock

Ingredientes

  • Una pechuga de pollo en filetes
  • 150 gramos de champiñones
  • 150 gramos de setas portobello
  • 200 mililitros de nata para cocinar
  • 100 mililitros de caldo de pollo
  • Dos dientes de ajo.
  • Cebollino
  • Sal y pimienta

Preparación

  • El primer paso es condimentar los filetes con sal y pimienta y marcar en una sartén a fuego fuerte.
  • En esa misma sartén hay que sofreír los champiñones y las setas con dos dientes de ajo troceados.
  • Una vez que estén cocinados, el siguiente paso es añadir la nata y el caldo de pollo. Subir el fuego para que reduzca la mezcla y coja un poco de cuerpo.
  • Una vez conseguida esa textura un poco espesa, volver a añadir los filetes de pollo. Cocer a fuego bajo con la sartén tapada durante no más de diez minutos para que el pollo no quede seco.

Espaguetis a la 'falsa' carbonara

Espaguetis con nata. Shutterstock

Ingredientes

  • 250 gramos de espaguetis
  • 100 gramos de guanciale (o bacon en su defecto)
  • Una cebolla
  • Dos yemas de huevo
  • 100 mililitros de nata para cocinar
  • 70 gramos de queso pecorino

Preparación

  • Picar la cebolla y añadir a una sartén con un poco de aceite a fuego bajo para que se poche poco a poco. Una vez hecho, añadir el guanciale cortado en taquitos, reservando unos cuantos trozos para decorar.
  • Entre tanto, hay que cocer los espaguetis en abundante agua con sal durante 7 minutos.
  • Mientras amabas elaborados se rematan, en un bol grande hay que batir muy bien las yemas de huevo con la nata. Una vez haya cogido cuerpo, hay que añadir el queso pecorino. Y para que la mezcla quede aún más cremosa la clave es añadir un poco del agua de cocción de los espaguetis.
  • Cuando estos estén cocidos, añadir los espaguetis al bol y mezclar muy bien.
  • Servir decorados con el guanciale que habíamos reservado.

Quiche lorraine

Una quiche lorraine. Shutterstock

Ingredientes

  • Una base de masa quebrada
  • Tres huevos
  • 200 gramos de nata fresca (crème fraîche)
  • Dos puerros
  • 100 gramos de panceta
  • Cuatro rodajas de rulo de queso de cabra
  • Sal y pimienta

Preparación

  • El primer paso es preparar el relleno. Para ello hay que lavar muy bien los puerro y picarlos en rodajas. La clave es hacerlos en una sartén con un poco de aceite a fuego bajo hasta que tengan un aspecto de caramelizados.
  • Una vez que los puerros estén blandos, añadir la panceta cortada en taquitos y mantener en el fuego hasta que la grasa esté prácticamente derretida.
  • Cuando eso esté listo, lo siguiente es disponer la masa quebrada sobre un molde circular, cuidando que los bordes estén bien cubiertos.
  • A continuación hay que batir los huevos con la nata fresca y añadir un poco de sal (la panceta habrá salado bastante el relleno) y pimienta al gusto. Añadir el puerro y el bacon y verter sobre la masa quebrada.
  • Colocar en la superficie el queso de cabra.
  • En un horno que ya haya cogido temperatura, introducir la quiche durante unos 45 minutos a 180 grados. El momento de sacarlo será cuando la superficie haya adquirido el característico tono dorado.
  • Dejar enfriar durante al menos un par de horas antes de servir.