La mayoría de nutricionistas coinciden en que el desayuno es una de las comidas más importantes del día, y sobre todo es fundamental dentro de cualquier dieta con el objetivo de perder peso o mantener la línea. Pero eso sí, avisan que debemos huir de las clásicas galletas, cereales azucarados, bollería y resto de productos con altos contenidos en azúcar. Por eso, para afrontar los retos que nos plantea la vida cada día, los expertos recomiendan ingerir cada mañana alternativas saludables a las antes mencionadas. Y aunque no existe el desayuno ideal para todas las personas, hay muchos alimentos recomendables para cualquier tipo de dieta y que por suerte, casi todos tenemos en nuestras cocinas.

Huevos revueltos o tortilla francesa

Todos tenemos huevos en la nevera y nos sirven para hacer un desayuno rápido o incluso una versión más elaborada de los mismos si le quisiésemos añadir unos champiñones. Es una preparación ideal para comenzar el día con energía y que además tiene un gran sabor si sabes salpimentar bien la mezcla antes de pasarla por la plancha o la sartén. Si piensas que te vas a quedar con hambre, puedes añadir al menú una tostada de pan integral.

Yogur con cereales

Para los días que estemos más apurados por las mañanas podemos recurrir al yogur. Una solución muy apañada y fresquita. El yogurt es un producto lácteo rico en proteínas, calcio y magnesio y de fácil digestión. Por otro lado, los cereales no azucarados son ricos en fibra y además nos generarán la sensación de que estamos llenos gracias a sus propiedades saciantes.

Tostada con tomate y pavo

El pan integral para la tostada, al igual que los cereales, el rico en fibra. A la hora del desayuno, hay quien prefiere que el tomate sea triturado, aunque también podemos servirlo laminado en cortes muy finos. Por último añadimos las lonchas de pavo. Es una opción alternativa a la clásica tostada de jamón serrano con tomate.