La bechamel es una de esas salsas que van perfectas con algunos de los platos más tradicionales de la gastronomía española. Desde los tigres de mejillón, pasando por la lasaña, los canelones, las filloas, los crepes o las pechugas Villaroy, hasta llegar un imprescindible culinario: las croquetas.

Ninguna casa de buena cocina que se precie puede prescindir de las famosas croquetas, uno de los bocados más míticos de nuestra cocina, más versátil y que gusta a todo el mundo. Pero, a veces, la bechamel se puede convertir en nuestro peor enemigo a la hora de elaborarla. El mayor problema: los grumos.

La elaboración de esta salsa puede parecer sencilla pero consta de ciertos trucos que no puedes olvidar. Apunta, te presentamos la mejor receta para lograr la bechamel perfecta y sin grumos.

Ingredientes

  • 125 g de harina de trigo de todo uso
  • 125 g de mantequilla
  • 1 litro de leche entera
  • Una pizca de nuez moscada (unos 4 g.)
  • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)

Antes de su elaboración

Antes de ponernos en los fogones hay que tener en cuenta varios detalles:

  • La harina que utilicemos debe estar tamizada.
  • La leche que vamos a usar debe estar caliente (jamás fría), por lo que la pondremos a calentar cinco minutos sin que llegue a hervir.
  • Se debe derretir la mantequilla antes de utilizarla. Tras esto, se le añade la harina tamizada hasta que se formen como bolitas de masas. La razón es que la harina no debe estar cruda porque dará muy mal sabor a la bechamel.
  • Si no quieres usar mantequilla, puedes freír la harina unos minutos con un ajo entero y en aceite de oliva antes de empezar a añadirle la leche.

Elaboración

  1. Removemos muy bien con una cuchara de madera la harina con la mantequilla hasta quede como una bola. Echamos la mitad de la leche caliente en el cazo con la harina y la mantequilla. Añadimos sal, pimienta al gusto y un poco de nuez moscada molida. (Como se detalla en el punto anterior, puedes hacer lo mismo pero usando aceite de oliva en vez de mantequilla).
  2. Con una varilla, removemos sin cesar. Vamos controlando la temperatura y añadiendo la leche poco a poco sin para de remover. En este paso lo mejor es dejarlo al mínimo. Quedará un mezcla homogénea y lo más importante sin grumos.
  3. Si pese a todo os siguen quedando grumos, se puede arreglar pasando la salsa por la batidora.