Pocas cosas hay más reconfortantes en invierno que un buen caldo casero. Viene bien tanto para salvar alguna cena como para utilizar como complemento de otras recetas como arroces o guisos. Y, por supuesto, es la comida ideal para pasar resfriados, gripes e incluso covid.

Las opciones para hacerlo son infinitas: puede ser de pollo, carne o pescado, y admite infinidad de verduras que potencien el sabor y le aporten un extra de vitaminas y nutrientes.

Sin embargo, aunque parece sencillo de hacer en un primer vistazo, lo cierto es que hay trucos para que salga exquisito.

  • Usar la mejor materia prima. Cuanta más calidad tenga la materia prima escogida para el caldo, mayor y mejor sabor tendrá el resultado final. Por eso, aunque el caldo es un ejemplo perfecto de cocina de aprovechamiento, lo mejor es utilizar ingredientes frescos y en perfectas condiciones.
  • Mucho tiempo a baja temperatura. Uno de los mejores trucos a la hora de hacer un buen caldo es no tener prisa. Lo ideal es empezar dorando los ingredientes a temperatura fuerte con un chorro de aceite y, una vez incorporada el agua caliente, dejar algo más de una hora a fuego bajo para que los alimentos saquen todo su sabor y propiedades.
  • Desgrasar. Aunque no se suelen emplear productos grasos para hacer caldo, siempre es buena opción desgrasar el resultado final una vez se enfríe y la grasa se quede en la superficie. Por ejemplo, si utilizamos pollo, la piel suele soltar una grasa que no interesa para el resultado final.
  • Conservar en botes de cristal al vacío. También es buena idea hacer una buena cantidad de caldo que se pueda emplear en varias elaboraciones. Para que se conserve de la forma más adecuada, lo ideal es dividirlo en botes de cristal. Para hacer el vacío, basta con dejarlo enfriar bien cerrado y colocado bota abajo.

Caldo de pollo. Shutterstock

Y aquí va nuestra propuesta de la receta del mejor caldo de pollo.

Ingredientes

  • Carcasas de pollo
  • Alitas de pollo
  • Un puerro
  • Una patata pequeña
  • Un par de zanahorias
  • Una cebolla
  • Agua

Preparación

  • Tostar los huesos del pollo en el horno para que aporten más sabor al caldo. Es suficiente con hornearlos unos 40 minutos.
  • En una olla, incorporar un poco de aceite y sofreír a temperatura fuerte las carcasas, las alitas y todas las verduras. Incorporar sal.
  • Cubrir con deja y dejar cocer a fuego suave durante al menos una hora.
  • Justo al final, aplastar con una cuchara los huesos y las verduras para que suelten toda la sustancia.
  • Desgrasar y colar.