A menudo, cuando vamos al supermercado y hacemos una compra grande nos llevamos a casa productos que se estropean con mucha facilidad. Los productos frescos tienen un periodo de conservación muy corto y más de una vez esto nos ha obligado a tirar comida porque se pone mala en nada. Hay algunos alimentos que podemos evitar que se pongan duros o se estropeen simplemente metiéndolos en el congelador, pero no todo lo que tenemos a la nevera está preparado para sufrir este proceso

Congelar los alimentos es la manera más fácil y sencilla de conservar los alimentos pero tiene un inconveniente. Puede ser que cuando quieras echar mano de esos alimentos se te haya olvidado descongelarlos y cuando te das cuenta, tienes el congelador lleno de comida. Pero hay una serie de alimentos que no solemos pasar por ese proceso de congelación porque hace que pierdan buena parte de su sabor como es el caso de las frutas y las verduras.

Si eres de esos a los que se le estropean con mucha rapidez debes saber que conseguir alargar su vida es mucho más sencillo de lo que creías. Y para ello solo necesitas una cosa que todos tenemos en casa: papel de cocina.

Las frutas y verduras al estar almacenadas crean humedad, que favorece la aparición de hongos por eso, para evitar esta humedad sólo tienes que forrar el cajón donde las guardas con papel de cocina, que se encargará de absorberla.

Lo ideal es cambiar el papel de cocina cada vez que vayas comprando frutas o verduras de nuevo. Si el papel está muy húmedo no tendrá ningún efecto.

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El truco del papel de cocina también es muy útil para evitar que la fruta se oxide cuando la cortas. Si te gusta llevarte la fruta cortada al trabajo o mandársela al cole a los niños para que coman sano a media mañana puedes utilizar esta herramienta para que la fruta no se ponga fea. Lo que tienes que hacer es pelarla y trocearla y meterla en un tupper. Coge papel de cocina, mójalo con agua y tapa o envuelve la fruta.

Ten en cuenta que si mojas en exceso el papel, puede romperse o acabar pegándose a la fruta. Sólo tienes que humedecerlo un poco para que haga si efecto conservador.