Si buscas un postre para este verano postconfinamiento, tenemos la respuesta: una tarta de limón fresquita y ligera. Lleva ingredientes fáciles de conseguir, no le hace falta azúcar y no es necesario ni horno, ni batidora por si te encuentras de vacaciones y no dispones de todos los utensilios necesarios. (Batidos para hacer en un minuto).

Esta receta es fácil y se puede hacer sin demasiadas complicaciones. La recomendación es comerla fresquita tras unas horas de nevera. (Otras opciones fáciles y refrescantes)

Ingredientes

  • Galletas para triturar
  • Media taza de aceite de coco derretido
  • Una taza de leche desnatada
  • 300 gramos de queso crema
  • Tres cucharadas de gelatina sin sabor
  • Un cuarto de taza del zumo de un limón
  • Una cucharada de ralladura de limón
  • Una cucharada de esencia de vainilla (opcional)
  • Edulcorante al gusto: sirope de agave, stevia o panela.

Elaboración

Para la base hay que triturar galletas hasta que queden como una arenilla. Para ello podemos derretir mantequilla pero si queremos una opción más saludable podemos usar aceite de coco. Le damos un golpe de calor en el microondas y se mezcla con las galletas trituradas. Para picarlas se meten en una bolsa de plástico y se machacan con un rodillo o una botella. Esta mezcla se coloca en el molde y se mete en la nevera una hora. Mientras, seguimos con el resto de la tarta. 

Se prepara la gelatina según el fabricante. Por otro lado, se integra el queso crema con el zumo del limón, la ralladura, la leche, el edulcorante elegido y la esencia de vainilla. Por último se añade la gelatina ya fría. Una vez incorporado todo, se vuelca toda la mezcla sobra el molde y se mete en la nevera durante cinco horas aproximadamente.

La tarta se puede cubrir con una mermelada de frutos rojos o darle un toque crocante con una capa de granola casera. Como acompañamiento le queda bien una bola de helado.