'¡Qué guapa soy!', recursos agotados

Desde el primer fotograma se hace evidente que estamos ante una típica comedia de serie B que explota temas y personajes harto exprimidos en la pantalla sin más afán que llegar a un auditorio que pasa por encima de la exigencia y de la brillantez.

Este debut en la realización de la pareja de guionistas Abby Kohn y Marc Silverstein, curtidos en el seno de una comedia de limitado interés, no hace concebir demasiadas esperanzas de futuro y su mayor ambición, casi para ellos una tarea imposible, sería frenar el aburrimiento.

Es más, teniendo en cuenta el conjunto de su filmografía, no cabe duda que sus guiones, sobre todo ´Mejor€ solteras´, ´Nunca me han besado´ y ´Qué les pasa a los hombres´, brillan a más altura que su opera prima en la dirección. ´Qué guapa soy es´, por ello, una ligera decepción, menos rotunda al ser poco ambiciosa, que intenta sacar rentabilidad del grave complejo que sufre una joven, Renee Bennett, que se ve demasiado fea y con un notable exceso de peso.

A tales niveles llega esa obsesión que no puede tener una relación normal con sus amigas y que se siente totalmente insegura como mujer y persona. Hasta el día en que por un desgraciado accidente sufre una metamorfosis, inspirada en la película Big , dirigida por Penny Marshall en 1988 con Tom Hanks, y se convierte en alguien totalmente distinta, orgullosa de sí mismo y con una fe en sí misma y en su cuerpo que asombra a todo su entorno.

Ignora, asimismo, que su físico no ha cambiado lo más mínimo. Llegará tan lejos al respecto que participará en un concurso de las mejores chicas en bikini. Se produce de este modo una transformación radical de una Renée que asombra a propios y extraños que conocerá, además, el amor de su vida. Es la consumación de un cuento que certifica que tener fe en una misma puede originar milagros, convirtiendo a una persona absolutamente derrotada y sin alicientes en una modelo que asombra a todos. Algo que se puede hacer realidad con una terapia al alcance de todos. En fin, cosas muy poco estimulantes y de muy escasa entidad.