El cine gallego –y en gallego– sigue prodigándose dentro y fuera de las fronteras de Galicia. Mientras “Matria”, ópera prima del vigués Álvaro Gago, llegaba este fin de semana a las salas de cine de toda España tras su exitoso paso por festivales como el de Málaga, del que regresó con dos premios, Ángel Filgueira (Redondela, 1993) estrenaba ayer su primer largometraje, “Cuando toco un animal”, en el D’A Film Festival de Barcelona, en el que compite en la sección “Un impulso creativo”.

Ángel Filgueira. | // FDV

La película, primer proyecto también para la productora Sétima, es un drama romántico que explora las relaciones amorosas contemporáneas a través del triángulo amoroso que forman Mariña, Alba y Tomás, y lo hace desde una mirada alejada de los clichés del amor romántico. “Lo importante no es tanto contar una historia concreta como que las imágenes lleven al espectador a hacer ese viaje emocional y de sensaciones con los personajes”, explica desde la Ciudad Condal el director de la cinta, que protagonizan Lidia Veiga, Ánxela Ríos y Xulio Besteiro.

La historia de esta relación se presenta a través de seis instantes concretos que transcurren a lo largo de un año, de primavera a primavera, en los que ese triángulo amoroso tiene una forma diferente. La película no juzga, solo explora en las distintas formas de amor. “Un reto era hablar de estas relaciones sin tener un discurso supercerrado del poliamor o las relaciones son así. Los personajes tampoco tienen experiencia en este tipo de relaciones, sino que están explorando, por lo que el espectador es testigo de cómo van encontrándose con situaciones y cómo las van gestionando”, explica.

El germen de esta historia comenzó en 2017, a partir de situaciones cercanas de las que Filguiera fue tomando nota y que derivaron finalmente en esta ópera prima. “Para mis proyectos siempre empleó muchos disparadores, que me encuentro en diarios o en mi entorno cercano y que voy anotando hasta que dan lugar a una historia”, explica.

“Cuando toco un animal” fue creciendo en paralelo al nacimiento de Sétima, productora de Silvia Fuentes y Anxos Fazáns. “Su formalización coincidió con mi proceso creativo y a partir de ahí comenzamos a remar juntos. El proyecto empieza a crecer cuando empiezas a compartir”, sostiene.

Los personajes fueron construyéndose a su vez con el guion, las pruebas de selección y, finalmente, el propio rodaje. “Me gusta que los actores puedan construir conmigo”, dice.

Con un presupuesto de 40.000 euros, la película se rodó durante dos semanas, en abril de 2021, en localizaciones de Pontevedra, Redondela, Oia, la playa de Tuia y Bueu. “En plena pandemia nos pusimos a rodar una peli de gente en contacto, lo que fue también un reto. También hizo que la historia se centrara todavía más en los tres personajes porque meter más era más complicado”, dice.

Para Filgueira, uno de los valores de la película es que cuenta una historia que sucede en Galicia y lo hace en gallego. “Los rasgos más locales tienen cada vez más cabida gracias a las plataformas, que están normalizando ver películas con subtítulos”, comenta el realizador.