La película gallega "Código emperador" tiene el honor de abrir, hoy, el Festival de Málaga. Su director, el lucense Jorge Coira (O ano da carracha, 18 comidas), se encontraba esta semana buscando localizaciones para un nuevo trabajo. Sobre sus proyectos y el filme que inaugurará el festival andaluz mañana, habla en esta entrevista. En él, Luis Tosar da vida a un espía que trabaja para el Gobierno español y que en sus últimos encargos se debatirá entre el deber y lo ético atravesado por cuestiones como el contrabando internacional, la mafia en los clubes de fútbol, la utilización de personas como cebos o la extorsión en el ámbito político, judicial y policial.

–¿Cuál fue el punto de partida de esta historia que también llega a los cines hoy?

–Poco después de que yo montase El desconocido (por cuyo trabajo recibió un Goya), la productora Emma Lustres habló de hacer una película juntos. Con calma, fuimos buscando algo que nos apeteciese, lanzando ideas. Un día con Jorge Guerricaechevarría empezamos a hablar de espías pensando que podía haber terreno para un filme. Le dije a Emma que era un mundo muy atractivo y comenzamos a pensar en cómo abordarlo porque es muy complejo y resbaladizo. Durante años, los tres íbamos compartiendo información en prensa, hablando con algún agente del CNI, Policía Nacional.

–¿Qué busca realmente con esta película?

–El filme pone la mirada en los conflictos dramática y humanamente complejos porque plantean dilemas nada sencillos. Nos hacemos con los espectadores preguntas sobre dónde está el límite entre lo ético y no ético, hasta dónde el fin puede justificar los medios.

–A través de Juan, el personaje de Tosar, vemos con su expresión cómo se empieza a cuestionar cosas.

–El personaje tiene enormes claroscuros, lejos de ser un héroe o un antihéroe. Él se mueve en una zona intermedia. Es un obseso del control porque en él va su propia supervivencia. Vive creyendo que tiene el control en esas zonas difusas, en esa frontera entre el bien y el mal que es donde él vive y trabaja. De repente, se da cuenta de que está perdiendo el control y de que está metido hasta el cuello y es difícil dar marcha atrás.

–Da la impresión al final de la historia de que todos somos marionetas.

–Vernos como marionetas puede ser simplista porque todos tenemos una vida con un nivel de decisión muy alto sobre nuestros acontecimientos. Somos seres libres en gran parte de nuestra vida pero no al 100% y nuestros datos pueden ser fácilmente controlables si alguien quiere espiarnos.

–“Todo el mundo tiene sus secretos”, dice uno de los personajes.

–Es real, en el fondo todos tenemos secretos y todos mentimos. Me da mucho miedo la gente que afirma no mentir nunca. Ya sé que está mintiendo. Todos tenemos una parte íntima que no queremos compartir con nadie. La cuestión es lo grave que son esos secretos.

–También se mete la historia en las cloacas del poder.

–El poder tiene sistemas complejos donde hay relaciones poco claras con muchas cabezas manejadas al mismo tiempo. Tienes que intentar estar lo mejor informado posible y no ‘comprar’ la primera información que te llegue.

–¿Somos libres actualmente?

–Estamos en un país razonablemente libre dentro de los estándares que se manejan a nivel mundial, aunque tenemos mucho margen de mejora a nivel de salud democrática por ejemplo en la libertad de expresión.

–¿Ya realizó la película que quería?

–Probablemente nunca llegue a hacer la película que quiero si pienso en el concepto de la perfección, pero con este filme he quedado satisfecho.

–¿Qué proyectos tiene?

–Falta estrenar este filme y dentro de poco la serie Rapa de la que también estrenaremos el primer episodio en Málaga. En meses, saldrá toda la sede en Movistar+. Rapa es una serie con la gente que trabajamos en Hierro que sigue la estela de esta. En este caso, es la historia de un crimen, del asesinato de una mujer con mucho poder a nivel local, la alcaldesa histórica de una villa gallega, que lleva 30 años de regidora y aparece asesinada. A partir de ahí, se investigará quién la mató y por qué.