'El juego de las llaves', el largometraje que rueda el director Vicente Villanueva, sitúa en Valencia una comedia "distinta", según explican los actores, que aseguran que la película es "un espejo en el que mirar qué personaje se es y qué cambiar", y hace reflexionar sobre el "caramelo" que pueden llegar a necesitar las parejas llegados los 40 años.

Diversos puntos de la ciudad de Valencia, y también de la Comunidad Valenciana, reciben durante estas semanas de verano el rodaje de esta cinta producida por Warner Bros y que se estrenará en 2022, en la que cuatro parejas conocerán un juego, el de las llaves, que les incitará a cambiar sus relaciones y también la manera en la que ven sus vidas.

La producción, que reflexiona sobre la monogamia a largo plazo y también sobre el placer, reúne a actrices y actores como Eva Ugarte, María Castro, Tamar Novas, Dani Tatay, Miren Ibarguren, Ricard Ferré o Fernando Guallar, que destacan que la película es "una comedia española diferente a la típica española", porque también hace reflexionar al espectador, y la sitúan en "la alta comedia".

En ella, cuatro parejas participan en el juego de las llaves, consistente en que todos ponen sus llaves en un cuenco y, al azar, cada uno escoge unas, que son las llaves de la casa en la que debe pasar la noche con su respectivo dueño, un hecho que, señalan, "revolucionará al grupo de amigos y sus vidas" y les hará descubrir "quién son y qué quieren realmente".

La actriz María Castro, que no jugaría al juego en la vida real, afirma que Cris -el personaje al que interpreta- y su pareja tienen "una relación aparentemente ideal, que parece que no pueden separarse nunca, pero si rascas un poco, en el terreno sexual hay la nada, y eso también tiene que estar en una pareja".

Castro revela que el juego de las llaves "es el caramelo que Cris está buscando", y del que ella "va detrás" al descubrirlo: "Veremos si quiere más, se queda con lo que tiene o va más allá".

No obstante, pese a destacar que es una comedia, subraya que va a hacer pensar y que recordará a que, en muchas ocasiones, uno no ha estado bien en pareja. "Es un espejo para mirarse y decir 'quién soy yo de estos' -en referencia a las cuatro parejas que aparecen en la película- y qué haría yo para cambiarlo", subraya.

Eva Ugarte, que tampoco jugaría, incide en que Laura, su personaje, tiene una relación con su pareja "como la media" y que esta "se ha ido dejando llevar por el tiempo", después de estar con el novio de toda la vida y tener una niña de 14 años.

"De repente, el juego y los amigos que se cruzan en ese momento de su vida hacen que -Laura- se atreva a experimentar una serie de alteraciones que generan cambios más profundos en su vida y que no son superficiales", explica Ugarte, que concluye que Laura es "una mujer en tránsito que cambia su vida".

El actor Dani Tatay, Antonio en la película y pareja de Castro, expone que él sí que jugaría a este juego aunque con el consentimiento de la pareja, y expresa que el juego de las llaves "te hace enfrentarte a la realidad y ver qué pasa", así como también "abrir la mente y decir 'ostras, aquí las cosas no están tan bien como parece'".

La vida de la pareja "da un vuelco", advierte Tatay, que asegura que la dirección de Vicente Villanueva le está gustando porque "ayuda mucho a sacar el personaje", en una película que es "muy europea y que podría estar grabada en el sur de Francia", mientras que Miren Ibarguren asegura que la fotografía hace que tenga "mucho carácter y personalidad".

Tamar Novas -Quique y pareja de Miren Ibarguren en la película-, insiste en que es un largometraje "muy sensorial", y que las relaciones físicas de los personajes "dan pie a que se hable de cosas más complejas, pero de forma ligera".