¿Qué sintió al leer un guion como el de Las consecuencias, tan intenso, tan potente y dramático?

Me gustó mucho, sobre todo porque trata de conflictos humanos. La Covid y el confinamiento nos ha obligado a que vivamos todos juntos en familia y tras pasar por todo esto en algunas casas han sido testigos de como salían a la luz episodios más oscuros y desconocidos de sus seres queridos.

Su personaje, Fabiola, es de los complicados, de los que exigen.

Es un personaje con mucha hondura, muy profundo, que está atravesando un momento muy complejo en su vida, el dolor de un duelo que le está costando superar mucho más de lo que ella creía. Y decide romper ese estado catatónico en el que se ve, sin la capacidad de cumplir como madre e hija, viajando a su lugar de origen.

Es el viaje hacia los secretos y las mentiras de una familia desestructurada y marcada por terribles oscuridades.

Sí, pero lo hermoso para mí es que es un viaje de sanación, un viaje de Fabiola hacia la vida, hacia la esperanza; es la transformación de una madre al descubrir por fin la verdad, por muy dura que ésta sea.

Las consecuencias comienza como un filme sobre el duelo pero termina hablando de terribles realidades en el seno familiar. 

Es que la película tiene muchas capas. Pero, sobre todo, trata de presentar de ciertos dilemas morales y éticos en los que el espectador se siente en una posición muy incómoda. No es un película fácil pero tiene la capacidad suficiente para que reflexionemos sobre las relaciones familiares.

El triángulo dramático de esta película está compuesto por actores de diferentes generaciones y culturas. La relación de ellos en pantalla es posiblemente lo mejor de la película. ¿Esta de acuerdo?

El casting ha sido una de las decisiones más acertadas de Las consecuencias. Deseaba profundamente trabajar con Alfredo Castro, para mí es el mejor actor iberoamericano; también con María Romanillos, es la gran promesa del cine español con un trabajo lleno de verdad y pureza. Y, claro, con Carmen Elías que es una actriz a la que admiro y respecto.

¿Y qué tal a las órdenes de Claudia Pinto Emperador? Su visión de la historia y sus protagonistas es madura e inteligente.

Todos hemos tenido mucha suerte de trabajar con Claudia. Es una mujer talentosa que sabe lo que quiere y donde quiere llegar, poseedora de una sensibilidad y valentía necesarias para contar una historia de silencios donde el espectador no es tratado como un tonto sino que se le permite usar su imaginación.

El paisaje de esta película, con ese volcán y esas olas omnipresentes, acaba interfiriendo en las decisiones de los personajes. Esa isla oscura y solitaria tiene más de ellos mismos que esa zona de confort a la que están acostumbrados.

El paisaje se convierte en metáfora del estado de los personajes. Las mismas localizaciones, ese mar oscuro, la tierra volcánica, todo eso nos sacaba de nuestra zona de confort y nos ponía en situación límite también a nosotros, los actores.