En el mundo los buenos somos más. O así lo cree el actor español Javier Cámara que, en una entrevista con EFE, quiere recordar que "el mundo se sustenta sobre la gente buena", a pesar de que el "griterío" político o la violencia se escuchen mucho más o les quieran acallar. "España está llena de gente buena que sustenta este momento político de discusiones y de gritos y griteríos, Colombia igual... Es justicia poética darles el espacio en la cultura a las personas que han hecho el bien y que han intentado hacer el bien", alega el actor español en una entrevista virtual a Efe con motivo de la presentación en Colombia de la película 'El olvido que seremos'.

Justamente esta película, dirigida por Fernando Trueba y que le dio en marzo a Colombia su primer premio Goya iberoamericano, va sobre gente buena, sobre un hombre bueno, el médico y defensor de los derechos humanos Héctor Abad Gómez, al que asesinaron en 1987 en Medellín por perseguir lo que creía justo. Cámara se pone en la piel del protagonista, también profesor universitario, retratado en la obra homónima de su hijo, Héctor Abad Faciolince, que fue, como indica una de sus alumnas en la película, "el primero que se atrevió a hablar de salud pública" en su país, y que buscaba vacunar masivamente o que todas las comunas de la ciudad tuvieran acceso a agua limpia.

"Ser buena persona es complicado"

"Estamos plagados en el cine actual de ver superhéroes que vuelan y que llevan capa, entonces no hablamos de los superhéroes de verdad, de los que salen cada día con su traje de sanitario, de médico, de bombero, de doctor a hacer el bien a los demás", justifica el actor español. Por eso, dice, "es justicia poética dedicarle tiempo a las personas buenas porque además a veces nos olvidamos". Y no es solo que sean gente buena, sino que salen a la calle a hacer el bien, a ayudar, añade.

La Colombia, y más concretamente el Medellín del tiempo de Abad Gómez, era un territorio muy violento, una ciudad con barrios en disputa por paramilitares, milicias urbanas y narcotraficantes. "Ser una buena persona en ese momento, ser una persona coherente con un discurso vertebrado, siendo crítico con unos y con otros debía ser muy complicado", estima el actor. A Cámara le llegó el papel de forma sorpresiva. Era una película de producción colombiana y, a pesar de que el director y el guionista son españoles -los hermanos Fernando y David Trueba-, el resto del elenco es colombiano.

A él, el libro 'El olvido que seremos' (Alfaguara, 2006) se lo regaló precisamente Trueba cuando iba a viajar a Colombia para participar en la tercera y última temporada de 'Narcos' y esta película no estaba en ninguno de sus planes. Pero el mismo Héctor Abad Faciolince le explicó que le recordaba mucho a su padre, ya no solo en el aspecto físico, sino en la sonrisa que Cámara no puede evitar, y no se pudo negar. "Ya tenía la miel en los labios, sabía que iba a subir un Everest muy grande, sin oxígeno, pero con muy buena compañía, y me metí en esta aventura", explica, y añade: "Y la verdad es que estoy orgullosísimo, ha sido un viaje muy bonito, ojalá le guste a la gente en Colombia".

Un próximo estreno "seguro"

En Colombia solo un grupo muy privilegiado, como la familia y gente cercana al defensor de derechos humanos o los que acudieron al "autocine" (cine en el auto) en los brevísimos días en los que se exhibió, han podido disfrutar de la obra de Trueba. Los cines continúan cerrados en todo el país por la pandemia y la apertura este sábado -cuando se iba a estrenar oficialmente la pandemia- se ha pospuesto hasta el 1 de junio.

"El ocio, la cultura es fundamental en estos tiempos, nos ha salvado a muchos que no hemos enfermado o que hemos enfermado de una forma más ligera nos ha salvado", justifica Cámara. En España, en cambio, las salas abrieron a mediados del año pasado, con aforo reducido y las medidas de bioseguridad. "El teatro, los cines, la cultura, las exposiciones, los museos son seguros", indica el actor, que confía que en Colombia se pueda volver a ir al cine "a alimentarse de positividad y energía" en estos malos tiempos.