Películas en la zona oscura

Hollywood no es el cine. No todo el cine, queremos decir. Tampoco la industria española que agrupa a esos rostros populares que hincha a puñetazos ideológicos la secta del pensamiento único. Antes de llegar ahí, hay mucha vocación, mucha ilusión y mucho sacrificio a ras de suelo, en el reino de la sombra y la necesidad.

Hay tanto de todo eso como compromiso social más allá de los bordes de la amoralidad que sólo busca el beneficio multimillonario. Muchos de los títulos que pro- duce ese cine, especialmente cortos y documentales, no llegarán nunca a los grandes circuitos de consumo. Pero hoy en día, por unos u otros medios, gran parte de ellos son accesibles y los cinéfilos pueden disfrutarlos. Dos festivales, uno en España y otro en Londres, valen como ejemplos. Aquí, y desde ayer, jue- ves, está en marcha la segunda edición de Márgenes, «Festival online de cine español al margen», que se puede ver en el sitio www.margenes.org.

En Londres empieza el próximo miércoles, día 13, una nueva edición del Human Rights Watch Film Festival, certamen consolidado en la denuncia de la violación de los derechos humanos en el mundo (en Toledo, si la crisis no termina con él, se celebra el Festival de Cine Social de Castilla-la Mancha).

Márgenes

El joven Márgenes está dedicado a difundir las nuevas realidades cinematográficas surgidas en España en los últimos años. Obras que, pese a su calidad, son de difícil acceso para la mayor parte del público. Cine surgido en las orillas, en los pliegues, en las aristas. Películas muchas veces humildes en cuanto al presupuesto, pero llenas de ambición creativa, talento y valentía». Sus películas se pueden visionar en la modalidad de streaming, hasta el día 16, a través de la página oficial del certamen.

El precio para ver los once títulos finalistas (entre más de cien inscritos) es de 5 euros, y los espectadores disponen de diez días para ello. Luis Miñarro será galardona- do con el Premio Especial Márgenes por su compromiso con el cine español de autor. El barcelonés Miñarro apuesta por el cine independiente español a través de su empresa, Eddie Saeta, por autores como Guerín, Recha, Serra... En una entrevista con Notodo.com, el cinéfilo ha declarado que «dentro del cine entendido como arte existe una conexión fatídica con lo que se entiende como industria (...). Nadie se cuestiona la necesidad de un Miró, en cambio, delante de una película muchos se cuestionan la necesidad de esa inversión». Las cintas finalistas del Márgenes 2013 son: 12+1 , de Chiqui Carabante; Dios sabe , de Silvia Rey; Electro Class , de María Ruido; La pausa , de Miguel Ángel Delgado; Los Ulises , de Agatha Maciaszek y Alberto García Ortiz; Llende , de Luis Argeo y Ramón Lluís Bande; N VI , de Pela del Álamo; Piedad , de Otto Roca; Quantum men , de Carlos Serrano Azcona; Sé Villana. La sevillana del diablo de María Cañas, y Vikingland , de Xurxo Chirro.

El fallo del jurado, formado por seis profesionales del audiovisual, se hará público el día 16, a través de la web del festival, y en la ceremonia de entrega de premios en la Cineteca del Matadero de Madrid, donde también se proyectarán las cintas finalistas, así como, fuera de concurso, Mi loco Erasmus , de Carlo Padial.

Derechos humanos

Por su parte, la 17 edición del Human Rights Watch Film Festival, que se ha consolidado plena- mente como uno de los certámenes más importantes del cine de compromiso social, se celebrará en Londres del 13 al 22 de marzo. En esta ocasión se han seleccionado 19 títulos (14 documentales y 5 dramas) que denuncian la violación de los derechos humanos en todo el mundo.

La cita arrancará con una gala benéfica que tendrá lugar en los cines Curzon Mayfair y en la que se proyectará en exclusiva War Witch , del director Kim Nguyen. Nominada al Oscar 2013 a Mejor Película de habla no inglesa, retrata la vida de Komona (Rachel Mwanza), una niña de 12 años que es secuestrada por soldados rebeldes y esclavizada en una vida de guerrilla en la jungla africana. Salma , dirigida por Kim Longinotto´s, será la encargada de abrir el certamen al público el 14 de marzo. La película responde al interés por mostrar la tensión entre los valores tradicionales y los derechos de las mujeres, así como su resistencia en aras de romper las estructuras machistas.

Dentro de esa temática se proyectarán también Tall as the Baobab tree; The patience stone; Ca-mera/woman preceded by goingup the Stairs, y Wadjda, cinta esta última que constituye el primer largometraje rodado íntegramente en el interior de Arabia Saudita. Será precisamente el documento audiovisual dirigido por Haifaa Al Mansour la que cerrará el certamen el 22 de marzo.

En la presente edición, Human Rights Watch ha centrado su programación en títulos que abordan temáticas tan fundamenta- les como la ocupación y el estado de derecho, crisis y migración, las problemáticas de Asia y Asia del sur, los derechos de los discapacitados y los derechos de los LGBT.

Así, en lo que concierne a la emigración se proyectará Nowhere Home (Margreth Olin), My Afghanistan: life in the forbidden zone (Lashkar Gah) y Fatal Assistance , que, dirigida por Raoul Peck, pone de manifiesto que una gran parte del dinero pro- metido para la reconstrucción de Haití tras el devastador terremoto de 2010 nunca se desembolsó realmente. La discapacidad y la homosexualidad se tratarán, respectiva- mente, en In the shadow of the sun y Paredes, mientras que The Gatekeepers y The law in these parts centran su mirada en los conflictos armados y la vulnerabilidad de las personas que viven en ese clima de violencia.

Finalmente, la situación del continente asiático se retrata a través de Alias Ruby Blade: A story of love and revolution ; Camp 14 - Total Control Zone ; Jai Bhim Comrade , y The act of killing (Selección Oficial 2012 Toronto International Film Festival y el Festival de Cine de Berlín 2013).

En total, como se ha dicho, 19 títulos de gran contenido social que se proyectarán en diferentes alas de Londres del 13 al 22 de marzo, para crear conciencia entre la sociedad y denunciar los actos que atentan contra los derechos humanos, y gran parte de los cuales tendrán muy difícil, cuando no imposible, su distribución comercial por las vías convencionales.