Lugar: Salas de la primera planta (frontales y galería B3)

Horario: martes a sábados (festivos incluidos) de 11.00 a 14.30 y de 17.00 a 21.00, domingos, de 11.00 a 14.30

Producción: MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo

Comisariado: Miguel Fernández-Cid

Para comprender la verdadera singularidad de Alfredo Alcain (Madrid, 1936) hay que recordar que, como pintor, parte del ambiente figurativo madrileño, aunque muy pronto introduce un elemento diferenciador: un humor fino, sutil, exigente y autocrítico, incluso corrosivo, con los principios que le parecen más estables. Sabe quedarse como nadie en ese espacio difícil que es el límite entre la tradición y la modernidad, porque Alcain, fiel a la poca pintura, es uno de esos artistas que siempre aparecen, se paran y analizan una novedad o un cambio de rumbo en los discursos expositivos, aunque a veces está guiado por un cierto –y lógico– escepticismo. Consciente de su condición de pintor-pintor, es irreductible: en su vida, en su actividad, no busca excusas ni propone pasos intermedios, y hace que todo gire en torno a la pintura.