Una de las principales dudas que sobrevuela a muchos pasajeros a la hora de coger un avión es la comida. Cuando visitamos a nuestros seres queridos en el extranjero, por ejemplo, nos encanta complacerles con embutido típico de la tierra o con ese exquisito vino tinto imposible de encontrar en otros países. Lo mismo ocurre a nuestro regreso: uno de los recuerdos que a todo turista le gusta llevarse a casa desde aquel lugar que ha visitado es algún producto gastronómico.

Sin embargo, los aeropuertos no permiten subir cualquier producto a los aviones. A continuación te explicamos qué alimentos o bebida son susceptibles de surcar los cielos sin problema.

¿Qué alimentos está permitido llevar?

Especialmente en vuelos fuera de la Unión Europea, es muy recomendable atender a los siguientes consejos para no llevarnos un susto al pasar el control del aeropuerto. En primer lugar, hemos de saber que en términos generales está permitido viajar con alimentos sólidos. Los problemas pueden llegar cuando se trata de líquidos, como cremas, conservas o salsas.

Dentro de la Unión Europea hay algunos reglamentos específicos para productos de origen animal. En este sentido, los productos cárnicos y lácteos pueden estar sujetos al Reglamento CE 206/2009, que establece los principios relativos a la organización de controles veterinarios de los productos que se introduzcan en la Comunidad procedentes de países terceros. En cuanto a viajes fuera de la UE, se pueden encontrar problemas con líquidos y geles, que deben cumplir la regla de los 100 ml por recipiente; con frutas y verduras frescas, que pueden estar restringidas en algunos países por cuestiones fitosanitarias; comidas con salsas, debido a su contenido líquido; y carnes y productos lácteos.

Estados Unidos, por ejemplo, es un país bastante particular para la entrada de alimentos. Los estadounidenses prohíben la entrada a sus aeropuertos de semillas, verduras, frutas y productos de origen animal.

Esto dice AENA

La empresa española de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) marcó este año una serie de medidas relacionadas con el equipaje de mano que están relacionadas con los alimentos. Así pues, en los aeropuertos españoles se podrán introducir sólo líquidos contenidos en cuatro recipientes de hasta 100 ml cada uno, que se pueden almacenar en una bolsa de plástico de 1 litro.

En el caso de los sólidos, en España podemos tener problemas con productos que contengan masas gelatinosas, como es el caso de la mermelada o las cremas; las sopas o las cervezas de alta graduación. La comida fresca, por otro lado, se puede llevar siempre y cuando esté envasada al vacío.