El ministro de Trabajo francés, a juicio por un delito de favoritismo

Dussopt es acusado de haber beneficiado a un industrial en un concurso público

Enric Bonet

Otra de las figuras relevantes del Gobierno de Emmanuel Macron sentada en el banquillo de los acusados. Después del ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti –mañana podría ser condenado a una pena de un año de cárcel condicional por un delito de conflicto de intereses–, el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, se enfrenta desde ayer a otro delicado juicio. Empezó en el Tribunal de París el proceso judicial de este integrante desde 2017 del Ejecutivo centrista. Lo acusan de un delito de favoritismo en 2009 cuando ejercía como alcalde de Annonay, en el centro-este de Francia. Dussopt, que tuvo a principios de año un rol protagonista en la defensa de la impopular reforma de las pensiones y ahora está desaparecido de la actividad gubernamental, es juzgado por un supuesto delito en un concurso público de la gestión del agua. Este affaire surgió tras una investigación en 2020 de Mediapart.

Ese diario reveló que el empresario local Olivier Brousse había regalado dos cuadros en enero de 2017 al entonces diputado y alcalde del Partido Socialista (PS), quien se olvidó de declararlos al organismo competente. A raíz de esa información, la fiscalía financiera descubrió una serie de documentos que apuntan a una supuesta manipulación de un concurso público en beneficio de la empresa de Brousse. En concreto, los magistrados sospechan que las condiciones de ese procedimiento, valorado en 5,6 millones de euros, se modificaron para que se lo llevara el grupo local Saur, cuya oferta económica parecía menos competitiva que las de gigantes del sector, como Veolia o Suez. Además de Dussopt, Brousse también se sienta en el banquillo de los acusados. Ambos pueden ser condenados a una pena máxima de dos años de prisión y 30.000 euros de multa.

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