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juan pinzás | Cineasta
Juan Pinzás Cineasta

“Para mí, el cine y la vida confluyen tanto que no sabría diferenciar uno y otra”

El director de cine Juan Pinzás, ayer en Vigo. Ricardo Grobas

Reconoce vivir ‘en estado de cine’. Juan Pinzás (Vigo 1955), único cineasta español reconocido oficialmente en el movimiento de vanguardia Dogma 95, creó su propio decálogo para rodar su “trilogía europea”, que arrancó con “El vientre de Europa”. Mañana asistirá mañana al estreno mundial de la segunda entrega, “El corazón de Europa”, en los Cines Gran Vía de Vigo, la ciudad donde soñó con ser cineasta. Para realizar esta trilogía, pergeñó el “decálogo pinzasiano”, que dicta, entre otros aspectos, que el guion es una guía y no una Biblia, y con el que el director vigués se compromete a no salirse de la senda del cine de autor y seguir haciendo películas que planteen preguntas, no siempre cómodas, al espectador, y que le sean útiles. “El corazón de Europa”, producida por Atlántico Films y Abstracto Films, está protagonizada por el propio Pinzás y por las actrices Elke Krüger y Katherine Sorel, y es la antesala de “Los ojos de Europa”, que cerrará la trilogía y que se rodará íntegramente en Galicia.

–Dos años de rodaje en distintas etapas por el COVID. ¿Hasta qué punto ha influido la pandemia en esta película?

–Fue el más largo y el más complejo. Se demoró mucho, además, porque tenía que haber comenzado antes de que llegase la pandemia. También es mi película más personal, en la que más me he desnudado personalmente y, desde luego, esto es más difícil que desnudarse físicamente. Fue una película que me costó lágrimas durante el rodaje porque me dejo mucho en ella. Todos tenemos dudas y temores sobre los que a veces no nos atrevemos a interrogarnos. Me gustaría que la película fuese útil en este sentido. En cierto modo, es un cine humanista, que propone una reflexión sobre la vida y la muerte, sobre todo en un momento de pandemia que estamos viviendo.

–Crisis que aparece también en la cinta...

–La incorporo porque vimos que enriquecería la propuesta. Al igual que la borrasca “Filomena”. Una y otra contribuyen a que la película tenga más verdad e incluso a que los propios personajes nos desnudásemos aún más porque estábamos viviendo la situación que se estaba dando en la vida real, como una simbiosis entre realidad y ficción. Es un ensayo cinematográfico sobre la propia vida, una película hecha para creérsela y no porque esté basada en hechos reales porque no se trata de un documental.

"Yo reivindico el cine como algo más artístico, como algo que le sea útil al espectador, que le plantee interrogantes"

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–Para la trilogía pergeñó el “decálogo pinzasiano”. ¿Qué es?

–Es un decálogo inspirado en el Dogma 95, aunque muy diferente. En su momento, hice la trilogía Dogma, que fue un enriquecimiento personal y profesional enorme, pero hay que cambiar. En el cine debes reinventarte constantemente, no puedes estar toda la vida haciendo lo mismo si quieres dignificarlo. Yo reivindico el cine como algo más artístico, como algo que le sea útil al espectador, que le plantee interrogantes a los que tenga que responder. Este decálogo es una guía para no caer en los tópicos del cine comercial y lo hemos seguido a rajatabla.

–¿Qué otros aspectos incorpora la cinta?

–Hay muchas referencias literarias fundamentales para la película. En cierto modo, es una película literaria. Si no hubiesen existido Hermann Hesse, Proust, Kafka, Cervantes y tantos otros no sería la misma. Yo a Hesse lo descubrí siendo un chaval, en Vigo, una ciudad que también aparece en la cinta. Y al releerlo cuando estaba preparando el guion me encontré con muchas cosas que tenían mucho que ver con esta película. También es muy pictórica. Sus secuencias son como cuadros de una exposición. Empleo mucho plano fijo para que el espectador pueda deleitarse y reflexionar. Y hay muchas referencias de obras pictóricas. Por ejemplo, el retrato de Matisse “La línea verde”, lo utilizo para mostrar los distintos estados de ánimo de algunos personajes.

–¿En qué punto de su viaje por Europa se encuentra Julián Pintos, su personaje, en esta entrega?

–Se encuentra muy confuso. Él y su alter ego están en su hogar, en el campo, aislados por la pandemia, e inician un viaje iniciático, introspectivo, porque quieren huir de ese encierro y surgen los miedos y los fantasmas. Lo que más le preocupa a Julián Pintos es esa dualidad de la mujer que lo acompaña, que no sabe si está con él o forma parte de su mundo onírico. Como a mí, le fascina el universo femenino, esa dualidad mujer-madre, mujer-amante...y en esto también indaga la película.

"Es un ensayo cinematográfico sobre la propia vida, una película hecha para creérsela"

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–¿Qué es para Juan Pinzás el cine?

–Para mí, el cine y la vida confluyen tanto que no sabría diferenciar muy bien uno y otra, y menos en esta etapa de mi vida. Yo no sé separar el cine de la vida y en esta película se ve. Hay un momento en que mi personaje sufre una catarsis viendo una película. Esto es algo que me sucedió a mí cuando era niño, en Vigo. No voy a desvelar el título de la película porque quiero que sea el público quien lo averigüe, pero me ayudó mucho a afrontar mis miedos y espero que también le sea útil al público. Y esto es algo que no estaba en el guion; surgió en el rodaje. Una vez más, cine y vida confluyeron y me doy cuenta de que estoy viviendo en estado de película. El cine es la propia vida; la mía sin él no tendría sentido.

–¿Ya sabe el título de la que cerrará esta trilogía europea?

–Esta cinta reivindica una Europa más hermanada, una Europa que se ame más y eso que entonces no había entrado en escena Putin. En esta película íbamos en busca del corazón de Europa, porque no sabíamos dónde estaba. Hoy puedo decir que el corazón de Europa está por partida doble en la película. La siguiente va a ser “Los ojos de Europa” porque durante el rodaje no solo encontramos su corazón; también sus ojos...

–¿Dónde están?

–Yo pensé que tendría que ir a buscarlo no sé dónde, pero están aquí. Los ojos de Europa están en Galicia. No voy a decir dónde.

–O sea, que se rodará en Galicia...

–La rodaremos íntegramente en Galicia, y gran parte en Vigo.

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