Parir un disco como opera prima y que este entre en la historia de la música de un país es un hito al alcance de muy pocos. Le ocurrió en el año 2000 a la Mala Rodríguez, quien sacudió el panorama estatal con “Lujo ibérico” al revelar su rap con pronunciación y algún riberete vocal aflamencado de Sevilla, un particular flow y unas letras con impronta femenina.

Con ese álbum le llegaría su primer disco de oro. Con los posteriores, premios, incluidos el Grammy por mejor álbum de música urbana o el Nacional de las Músicas Actuales.

Pero reflexionemos, sin aquel “Lujo ibérico” no se podría entender la carrera de una mujer que no languidece sino que se afianza. Seguimos con las orejas abiertas ante el “Necesito a alguien” con Faithless de este año. Si en este 2021 recordamos los 30 años del “Smells like teen spirit” de Nirvana, ¿por qué no rememorar un hito discográfico patrio?

Para Mala Rodríguez, se tornó vital revisitar su “Lujo ibérico” para desenchufarlo (unplugged). Ayer, en Vigo, pudimos degustarlo en su esencia: solo con la guitarra (de María José León Rosas) y la voz de la reina del hip hop español, ambas vestidas de negro, ante un público del Auditorio Afundación (permitido el 90% del aforo total) parecido al de la era prepandemia.

El álbum original arranca con “A mí no me saques tu genio/que te mato” del famoso “Tengo un trato” –con el aún más célebre bis “Tengo un trato/lo mío pa mi saco–. Sin embargo, para empezar, en el directo de ayer la canción elegida de aquel primigenio álbum fue “Peleadora”.

Con dicha canción, Mala volvió a dejar claro que su batalla en la vida no es como soldado sino como peleadora. No se puede entender de otra forma que haya aguantado y toreado con maestría estos 20 años de carrera.

Por supuesto, “Tengo un trato” sonó para felicidad del público que se unió a ella para seguirlo; pero también sonaron “En mi ciudad hace caló”, “La niña”, “La mami” o “Por la noche” que sonaron de lujo en el Teatro Afundación, gracias al convite del Festival Underfest Estrella Galicia en uno de los primeros conciertos con la ampliación de aforos COVID.

El acierto de este festival no fue solo traer a la Mala sino emplazar en el tiempo y espacio su veteranía con la carrera de otra voz poderosa, la de la viguesa rapera pero afincada en Madrid Sila Lua que arrancó la actuación con “Penélope”, un tema en inglés y español para evidenciar el puente que esta artista ha establecido entre España y Londres.

Su propuesta rima más con los sonidos electrónicos, con notas ultracontemporáneas. Especialmente bien recibida fue su canción “De balde”, en gallego, sí, aunque el tema que realmente empató fue “Nada”, el colofón del directo. Es realmente su hit actualmente tras ser elegido para la banda sonora de la serie Élite.