En un futuro próximo, poca gente echará la vista atrás y recordará 2020 como Su Gran Año. Entre esos pocos privilegiados: el guionista Michael Waldron, que tras algunos años luchando por ser tomado en serio en la profesión, veía cómo entraban en producción hasta tres de sus proyectos.

Estaba una pequeña serie llamada Loki, de la que se convirtió en creador gracias, sobre todo, a un guion todavía por producir llamado Worst guy of all time, comedia romántica más allá de los límites de la realidad (es decir, un poco Loki) que sorprendió al jefe del Universo Cinematográfico de Marvel, o UCM, Kevin Feige. Este mismo propuso a Waldron convertirse en guionista exprés de Doctor Strange 2: El multiverso de la locura tras la marcha del proyecto del director y guionista Scott Derrickson por diferencias creativas. El legendario Sam Raimi (Posesión infernal, las mejores entregas de Spider-man) fue fichado como director. Feige fichó además a Waldron para su propia y misteriosa contribución a la saga Star wars, primera parte de un lucrativo acuerdo del guionista con Disney.

En el tiempo que le dejaron estos proyectos o aceptar un Emmy como productor por Rick y Morty, Waldron colaboró en levantar Heels, la primera serie que había escrito por cuenta propia, odisea de lucha libre recuperada por Starzplay tras un primer intento fallido en el año 2017. Se estrena por fin hoy.

En el mundo de la lucha libre profesional, a los héroes se les conoce como faces y los villanos son heels. La serie sigue a dos hermanos de Duffy, comunidad imaginaria de Georgia, en su lucha como rivales dentro y fuera del ring. Jack Spade (Stephen Amell, ex-Arrow, luchador ocasional en la vida real) es un heel, aunque por sus cualidades personales ese papel debería corresponder más a Ace (Alexander Ludwig, ex-Vikingos), face en el ring, pero tipo harto irresponsable en el mundo. Jack es quien lleva las riendas de la liga local, del legado de su padre, y quien firma los guiones que Ace puede saltarse a la ligera. En el próximo match, Ace debería perder, pero él no parece dispuesto. Por eso se toma tan en serio la propuesta de Wild Bill Hancock (Chris Bauer), luchador convertido en ojeador, de salir de la lucha independiente y empezar a trabajar en las grandes ligas.

No tiene planes de llevarse a su supuesta chica, Crystal (Kelli Berglund). Mientras Jack ha formado una familia inquietantemente idílica, Ace quiere volar libre, sin importar a quién hace daño. Pero su hermano tampoco es un ángel y puede cortarle las alas.

La ópera estadounidense

En su reciente participación en el pódcast de Marc Maron, el megaproductor musical Rick Rubin explicaba cómo ficción y realidad se entrelazan de forma única en la lucha libre: “¿Qué es real? ¿Qué no? Introducen la realidad en la mezcla –decía–. Si un tipo resulta herido, eso se convierte en parte de la trama. Pero a veces, dicen que un tipo resultó herido y no es cierto, es solo ficción. A veces uno de los personajes se divorcia y, no sé, es posible que el luchador se esté divorciando. O quizá sea todo una farsa. ¡Nunca lo sabes a ciencia cierta! Es una realidad paralela que sigue y sigue y no acaba nunca”.

Heels es una exploración de esa porosidad entre vida y espectáculo, así como una celebración de la serialidad. Serialidad doble en este caso: la trama del ring y la de fuera. “Fue la lucha libre lo que me inspiró en mi camino creativo” cuenta Waldron en entrevista por videollamada. “Era la mitología que más me atraía: era ruidosa, era épica, héroes contra villanos… Pero, sobre todo, me gustaba que lo que pasaba una semana tenía ramificaciones a la siguiente, algo que no pasaba en las series que veía de niño, como Power Rangers”.

Y prosigue: “Me di cuenta de que era una producción increíble. ¡Es teatro! Es como un concierto de rock o un musical, o algo así”. Según Rubin en el citado pódcast, es “la ópera estadounidense”.

Llaves en el espacio

De un guionista curtido en la sala de guionistas de Rick y Morty, podía esperarse un tono irónico o paródico. “Pero no: esta serie es dramática, es un drama. Cuando es divertida, no lo es porque hayamos buscado a conciencia la broma. La comedia debía ser naturalista. Es un drama, pero tampoco está de más tener ese palo a mano, si te apetece ir en esa dirección”.

Como en Loki, aparece la temática del legado familiar: “La familia nos hace quienes somos. O al menos nos dice quiénes creemos que deberíamos ser, o quizá quienes creemos que no deberíamos ser. Abracen o rechacen los héroes ese modelo, siempre surgirá una historia emocionante”.

Waldron luce ingenio cuando le pregunto por sus planes inmediatos. Como casi todo lo que hace es top secret, opta por hablar de Heels: “Quiero hacer 40 temporadas. Más larga que Los Simpson. La serie más longeva de la historia. ¡Lucha libre en el espacio! Irán al espacio, eso por descontado”.