Atención, el huracán actoral que es María Vázquez ofrece hoy una nueva pirueta en el estreno en la Mostra Internacional de Ribadavia del “Othello” de Voadora en gallego. A poco de convertirse en Desdémona, explica que rueda en Madrid en la serie thriller para Netflix “Santo” donde ejerce de policía científica y de pareja del personaje de Raúl Arévalo. “Estamos separados con una relación un tanto tensa, preocupados por compaginar la vida persona y familiar”, detalla. Vázquez además empezará pronto el rodaje del largo “Matria” de Álvaro Gago y en mente tiene también la película de Ángeles Huerta “O corpo aberto”, basada en un relato de Ferrín que se rodará en la raia. “Será un peliculón”, avisa; pero antes, toca hablar de Desdémona 4.0.

–Este es un “Othello” diferente. ¿Desde qué punto se dirige esta Desdémona al público?

–Me apetecía mucho hacer esta versión en gallego y además me parecía una propuesta interesante al ser el punto de vista de ella. Nunca se contó su historia. Ahora, siglos después, Desdémona decide contar su visión sobre lo que pasó porque siempre se cuenta la historia de Othello desde el punto de vista de Othello. Es una Desdémona distinta. La originaria era más cándida, ingenua. Esta tiene más fuerza, más pasión y autonomía; no olvidemos que es una chica que escapa con un negro para casarse con él a escondidas de su padre. Es alguien con mucha fuerza y valentía.

–Pero habla desde el más allá.

–Ella vuelve para contar aquí su historia, aunque está aquí. Es como un homenaje a todas las mujeres que no están pero que tienen que tener una voz. Es una versión que tiene muchas lecturas, por ejemplo, de género, aunque también habla del racismo. Son temas que están ahí y sobre los que hay que poner el foco en este momento que vivimos en el que hay mucha violencia de género, en el que parece que se dispara el racismo.

–¿Espera que haga algún clic en la audiencia?

–No me gusta esperar mucho de la gente. Me gustaría que calase, que la gente reflexionase sobre estos temas que son universales. Fíjate, Shakespeare los contó hace tiempo y siguen ahí.

–¿Cómo llegó a esta obra?

–Fue una preparación muy loca. Yo soy la sustituta, la que hace la versión gallega. Me llamaron en junio cuando estaban en el Teatro de la Abadía para que fuese a verla y proponérmelo. Al principio, quedé en shock porque es mucho trabajo y pensaba que era poco tiempo para hacerlo ya que estoy con otras cosas. Tenía mucho miedo, pero me convencieron y la adaptación que hace Fernando Epelde me encanta, al igual que Marta (Pazos) y Voadora. Tenía miedo por la responsabilidad, porque era mucho trabajo y quería hacerlo bien. La compañía me ayudó mucho y también Mari Paz Sayago (la intérprete del papel en castellano en Teatro de la Abadía). Trabajé mucho en casa, no paro de decir el texto, parece que estoy esquizofrénica. Tampoco paro de decirlo en el rodaje. Creo que están hartos de mí.

–Este año, con el éxito de “Cuñados”, está siendo un año redondo para usted.

–Sí, la verdad es que tenía mucho miedo cuando empezó la pandemia. Me preguntaba cuánto tiempo estaría sin trabajar y empecé a decir que sí a todo, por lo que estoy muy contenta, cansada y agradecida. Parece que el año que viene pinta muy bien así que toco madera. Soy muy afortunada.

–¿Cómo es la inmersión inicial que hace para afrontar un papel?

–Depende mucho de los proyectos. Intento investigar mucho, en este caso, leí mucho sobre violencia de género, machismo, en las noticias. También investigo sobre imitaciones, no tanto de gente sino de animales, por ejemplo. Me gusta mucho trabajar con música que me da diferentes sensaciones; así como con olores. El texto me gusta tenerlo súper trillado para improvisar y pasarlo bien porque hacemos esto para jugar.

–Recientemente estuvo con “Fariña” en Barcelona donde creo que tuvo muy buena acogida.

–Sí, yo acabé la gira ahí y además en él estaba mi pareja, Víctor Duplá. Ahora siguen pero yo tengo otros proyectos. Fue una despedida muy buena.

–¿Qué hace cuando descansa?

–Me cuesta parar porque soy inquieta, incluso de vacaciones busco cosas para hacer de teatro. Ahora mismo, lo que me gusta es estar tranquila con mi familia. Soy hippy furgonetera y vamos los cuatro en la furgoneta por playas del norte de Asturias, Cantabria, País Vasco. Me gusta también ir a la Ribeira Sacra donde mi familia tiene una bodega y a la playa de Aldán en junio o septiembre, con menos gente.