El atardecer de ayer en Vigo tuvo unos protagonistas musicales enamorados de la ría: Taburete. El grupo se reencontró con sus fans en la inauguración de la nueva temporada del TerraCeo del Auditorio Mar de Vigo donde se produjo una instantánea que recordó a los asistentes imágenes de su vídeo “Abierto en vena”.

La terraza, a tope, con el público entregado. | // RICARDO GROBAS

Ayer, mientras el sol iniciaba su puesta sobre O Morrazo y con las Cíes de fondo, Taburete tocaba. Era una estampa muy similar a la del vídeoclip del tema que compartieron con sus seguidoras y seguidores a principios del otoño pasado donde se les podía ver actuando con las islas y los montes morracenses de fondo, en la curiosa terraza de una vivienda junto a playa de Fuchiños.

Sin embargo, el grupo de Willy Bárcenas, Joaquín Gasset, Antón Carreño y compañía optaron en el directo del Mar de Vigo por arrancar con “El último baile de Dunas Mitchell”.

Este canto a la vida –¿recordáis el vídeo del combate de boxeo con el final en paradoja?– que habían ofrecido en su disco “La broma infinita” sirvió de presentación ante un público ávido de su música, no en vano agotaron las entradas.

La banda se encuentra como en casa en tierras gallegas donde cuentan con amigos y hasta donde ya tienen espacios gastronómicos fichados como el Mauro de Vilaboa del que agradecen su marisco, sin olvidar los mejillones de este y otros puntos y, por supuesto, el licor café y los arenales de Bouzas.

Tras “Dunas”, Taburete prosiguió recorriendo su discografía con “Belerofón”, tema con el que subió la temperatura con los calores de la letra; para después dar el salto sobre el Oceáno Atlántico a sus espaldas para llegar a México DF y la historia de ese tipo que quería volver a casa, a América.

Si en esta canción ya se soñaba con la bebida típica mexicana, varios temas después le dedicaron compases y letra nuevamente con “Dos tequilas” donde nos hablan amargamente de esas segundas partes que nunca llegan y los trenes que nos llevan por delante.

Para acabar, la banda (protagonista de polémicas y críticas por todo como el “mascarillas fuera” de un concierto, su actuación en Operación Triunfo; la procedencia ‘pija’ de algunos componentes y la acusación de hacer electrochotis) cerró con “Amos del Piano Bar” o “Caminito a motel” dejando al público con sed de más, de todo.