Los editores de prensa europeos y Microsoft acordaron ayer trabajar juntos en una solución para garantizar que los medios reciban pagos por el uso de su contenido por parte de los motores de búsqueda y las redes sociales que tienen una posición dominante en el mercado, como Google o Facebook.

Para el desarrollo de esta herramienta, Microsoft se ha aliado con las principales asociaciones empresariales de medios en Europa: European Magazine Media Association (EMMA), European Newspaper’s Publishers Association (ENPA) –de la que forma parte la Asociación de Medios de Información (AMI), European Publishers Council (EPC) y News Media Europe–.

Las provisiones se inspirarán en el modelo legislativo australiano, que permite la creación de un panel arbitral que determine por su cuenta un precio justo con arreglo a la valoración de los beneficios para cada parte de tener los contenidos incluidos en las plataformas de los llamados “gatekeepers”, así como el coste de producción y cualquier otro coste. La solución incluirá provisiones para procesos de arbitraje, de forma que se negocien “acuerdos justos”.

“Aunque los editores de prensa tienen garantizado el derecho conexo en la UE, las negociaciones con los ‘gatekeepers’ no producirán resultados justos a menos que salgan adelante más medidas regulatorias para atajar el poder dominante en el mercado que tienen”, subrayó Microsoft.

La tecnológica y las asociaciones de diarios han instado a las autoridades europeas a implementar un mecanismo de arbitraje, ya que, si no, los editores de prensa podrían no tener la capacidad de negociar el pago por sus derechos por falta de “fortaleza financiera”.

“Agradecemos el reconocimiento de Microsoft del valor que nuestro contenido trae al negocio central de los motores de búsqueda y las redes sociales, porque es donde Google y Facebook generan la amplia mayoría de sus ingresos”, aseguró el presidente de EPC, Chrstian Van Thillo.

De su lado, el presidente de News Media Europe, Fernando de Yarza, ha agregado que las experiencias en Francia y Australia demuestran que “existe una auténtica necesidad de un instrumento vinculante para atajar los desequilibrios inherentes del poder de negociación” de estas empresas.

Durante el proceso de aprobación de la nueva normativa australiana que regula el pago a los medios por sus contenidos, Google llegó a amenazar con cerrar por completo su motor de búsquedas en el país, mientras que Facebook ha bloqueado la publicación de contenido procedentes de los medios.