Cachitos de hierro y cromo cumplió la semana pasada “100 programas, 4.000 rótulos y cero guionistas imputados”, en un exitoso cóctel de nostalgia, humor, información y sociología. Estrenado el 27 de octubre de 2013 con el capítulo dedicado a la música de gasolinera, el espacio resultó ser un spin-off de la serie documental “50 años de...”, programa de material de archivo. Tras nueve exitosas temporadas se ha convertido en un programa de culto. Arantxa Soroa Royo, (Logroño, 1976), realizadora y actual directora de Cachitos cuenta cómo se elabora el programa y desvela algunos secretos de su éxito.

Con cerca de 80 canciones de 80 artistas diferentes por capítulo, el trabajo de recopilación del material audiovisual se aventura titánico en un archivo que no siempre lo pone fácil. “Trabajamos siempre con imágenes digitalizadas, gestionamos un archivo, que contiene miles de fotografías y vídeos”, aclara. Cada capítulo, y ya van 102, se estructura a través de un hilo temático que une las canciones. “Al empezar la temporada hacemos una lluvia de ideas y escogemos los temas. Tardamos un mes, mes y medio en buscar las imágenes de toda la temporada”, desvela Arantxa. Pero durante la búsqueda también surgen nuevas ideas. “Vamos apuntando temas que nos sugiere el material encontrado. Igual nos pasa con el especial de Nochevieja que en parte se va conformando a lo largo del trabajo de búsqueda”, añade Soroa.

Cachitos desprende sapiencia musical, conocimiento del panorama artístico y pasión por el género, algo que va mucho más allá de un simple trabajo de documentación. “Todos los que hacemos los contenidos del programa somos grandes amantes de la música”, asegura la periodista. Una de las grandes señas de identidad del programa es el humor y la fina ironía que en algunos ocasiones se convierte en sarcasmo. “El humor ha estado desde siempre, pero quizá no tan maquiavélico, no tan sarcástico como ahora, hemos ido ganando en malicia con los años”, asegura divertida Arantxa. “El sentido del humor siempre ayuda a cuajar el producto y a llegar a más gente”, defiende.

Afinados y afilados comentarios a pie de página, o de canción, que hacen la delicia de los fans del programa y que en alguna ocasión ha levantado alguna que otra ampolla. “La consigna con los guionistas es que escriban con total libertad. Podemos hacer humor de casi todo, pero de una forma respetuosa. También es cierto que hay gente que no conecta con nuestro sentido del humor, pero siempre son bromas hechas desde el cariño”.

La cuestión es que frente a algunas pintas y ante según qué canciones es obligado tomárselo todo un poco a cachondeo. “En el fondo el programa es como mirar fotos o vídeos antiguos de uno mismo, lo que siempre da para hacer broma. En el programa nos gusta hacer un poco de sociología también, tener una mirada actual del pasado, eso es importante para nosotros”, afirma.

Una mirada vintage

Por los programas musicales de RTVE han pasado infinidad de artistas, pero Arantxa encuentra alguna ausencia reseñable: “Una muy cercana y que es una pena es la de Los Brincos originales, no hay nada, ni un fragmento en el NO-DO”, lamenta. También desvela que Peret es uno de los artistas fetiches del programa. “Es público y notorio –ríe – seguramente es el artista que más ha salido en Cachitos”.

El equipo también ha creado escuela en la presentación del espacio, con la camaleónica periodista de Radio 3, Virginia Díaz, una manera original de presentar los Torp o bloques del programa. “Nos gusta aprovechar ese poquito que tenemos para inventarnos historias y cuidar las presentaciones. Tenemos un equipo artístico que con pocos recursos hacen un gran trabajo”.

Cachitos nació con una marcada voluntad de ser una revisión del pasado musical en España, una mirada vintage que parece encantar a la audiencia, pero la directora también reivindica la función del espacio de La 2 como algo más que una mirada vintage. “Es un programa de música en general y no solo de nostalgia. También queremos reivindicar la importancia de los programas musicales de hoy en día”, afirma con convicción.

Sobre el futuro después de nueve temporadas la directora se muestra un tanto escéptica: “Canciones hay muchas, lo que creo que es complicado es encontrar nuevos temas que aúnen esas canciones. Seguimos teniendo ideas, pero la realidad es que no veo que haya Cachitos para 10 años más”.

Y sobre el revuelo creado sobre el especial de Nochevieja, es clara y concisa: “Fue una falsa polémica en la que no queremos entrar. No nos interesa lo más mínimo”.