José Lamuño (Oviedo, 1978) lo ha logrado. Después de intentarlo por activa y por pasiva durante años, ha entrado a formar parte de la pandilla de la serie televisiva “Física o química” que acaba de tener su secuela, con el epígrafe “El reencuentro”. Dos capítulos que se pueden ver en Atresplayer Premium. En enlace de Yoli (Andrea Duro) con un médico, Oriol (que interpreta Lamuño), servirá también para dejar aflorar viejos sentimientos y reavivar viejas rencillas en el grupo de exalumnos del Zurbarán, con la novia convertida en una importante empresaria de los supermercados, Cabano trabajando de policía, Paula y Gorka en pleno divorcio, Cova de política, Alma de madre youtuber y Jan de dibujante de cómics cachas.

–¿Cómo lo logró?

–Hablando con Andrea Duro (una de las protagonistas de la serie, con la que Lamuño va a contraer matrimonio, la excusa para que se junten todos los personajes) me dijo que se estaba preparando “El reencuentro”. Cuando éramos jóvenes, éramos todos muy amigos y salíamos por ahí. Es una serie que marcó a una generación y le dije que si había algún personaje en el que yo encajase, que me avisase. Me llamó y me dijo que sí, que había un nuevo personaje que era perfecto. Llamé inmediatamente a mi manager y le conté lo que me había chivado Andrea y que iban a abrir un casting.

–No era su primer casting para entrar a formar parte de esa serie.

–No. De hecho, fue el primero que hice cuando llegué a Madrid. No me cogieron y seguí intentándolo cada temporada de la serie.

–Ahora interpreta al único personaje que no estaba en el instituto Zurbarán hace diez años.

–Así es. Interpreto a Oriol, que no es parte del grupo y no está educado de la misma manera, pero que es clave en este reencuentro. Para mí era una gran responsabilidad, un reto. No quería que el personaje desentonara dentro del grupo y que fuese criticado por los fans de la serie, que sabía que lo iban a mirar con lupa. Los chicos me ayudaron un montón a que me sintiese uno más desde el principio.

–¿Cómo fue el reencuentro en realidad, el rodaje?

–Una maravilla. Con una carga emocional grandísima y lleno de anécdotas desde el principio. Fue muy intenso, porque lo rodamos todo en pocas semanas, y divertidísimo.

–Debe de ser de los pocos que ha tenido un buen año.

–Se han paralizado proyectos, pero he trabajado en algunas campañas de publicidad y participar en “Física o química” es un regalo, mi regalo del 2020. El exitazo de este reencuentro llega en un momento el que estamos todos muy vulnerables. Me hace muchísima ilusión por mí, pero también por los espectadores; es la oportunidad de acabar un año tan complicado con un sabor un poco más dulce.

–Ha tardado unos diez años en participar en un proyecto que siempre fue uno de sus grandes objetivos.

–Me ha costado muchísimo trabajo llegar aquí. Ahora, con todo lo que ha pasado, tengo claro que hay que vivir el día a día.

–¿Y el futuro?

–Estoy centrado en esto. Tengo una película para abril, pero tal como están las cosas.... Lo más importante es que estoy muy ilusionado, con ganas de que todos vayamos saliendo de esta situación. Estoy en mi mejor momento personal y profesional. Que venga lo que tenga que venir.

–Intentó que su carrera como actor arrancase con esta serie. Ahora que lo ha conseguido, ¿cierra un ciclo?

–Me tomo este año como un antes y un después. Es un año que ha cambiado mi vida y en el que he aprendido a valorar muchísimas cosas. Es un renacer a nivel personal y profesional.

–En el peor momento para el sector.

–Justamente en el momento más complicado a nivel laboral llega uno de los proyectos más importantes de mi carrera.

–Ya sabía lo que era pasarlo mal cuando no le llamaban. Sabe lo que es no tener trabajo ni dinero y tener que buscarse la vida.

–Sí. Gané dinero y lo gasté. Tuve que buscarme la vida. Sé lo que es pasarlo mal, no me pilla de nuevas. Yo ya le vi las orejas al lobo y por eso, después, con el dinero que gané me fui cubriendo las espaldas. No siempre son vacas gordas.