A quienes no les haya gustado el tono optimista que cada año va transformando Black Mirror, pueden aprovechar para asomarse a la realidad distópica que nos muestra Years and Years. En esta miniserie de seis episodios, que en España ya puede verse completa en HBO, los guionistas juegan a imaginar cómo va a ser la próxima década y a hacer sus quinielas para el porvenir. Un futuro que no invita para nada al optimismo y en el que muchos de los problemas que ahora nos incomodan, no sólo no estarán solucionandos sino que van a ser aún más graves. Un mundo en el que los populismos tienen cada vez más acorraladas a las democracias occidentales. Los bancos se siguen desplomando, evaporando los ahorros de sus clientes. Las fake news provocan que pocos sepan ya distinguir realidad de ficción. Mientras la pérdida de derechos de la ciudadanía está a la orden del día, hay hasta quienes necesitan once trabajos para poder mantener a su familia. Todo ello aderezado por las inclemencias meteorológicas que causa el cambio climático y que hacen del planeta un lugar cada vez más inhóspito. Un futuro negro como el carbón ante el que hay un cierto atisbo para la esperanza en el episodio final, aunque eso puede ser considerado spoiler.

Years and Years es una producción de la BBC británica a cargo de Rusell T. Davies, veterano realizador televisivo que ha estado detrás de la resurrección del Doctor Who, así como de otros títulos como Queer as a Folk, A very English Scandal o Cucumber. La acción arranca en el actual 2019 pero vamos saltando en el tiempo en el futuro para ver cómo cambiado el mundo desde los ojos de una familia británica de clase media, los Lyons. El primer salto es de cinco años, hasta 2024, y a partir de ahí saltaremos de año en año en cada episodio. A través de los ojos de los Lyons asistimos a los constantes cambios de ese mundo, que siempre parece asomado al borde del abismo. También vemos el ascenso de una siniestra dirigente político: Vivienne Rook, interpretada por Emma Thompson, y que simboliza el populismo que está envenenando la política. Rook es una mezcla del presidente de Estados Unidos Donald Trump y uno de los impulsores del Brexit Boris Johnson. El partido de Rook se llama Cuatro Estrellas (¿es una referencia al movimiento Cinco Estrellas italiano?). Seguro que en muchos países tienen su equivalente. Al principio nadie toma en serio a esta empresaria que decide meterse en política. En sus declaraciones públicas mete la pata una vez tras otra, pero su sinceridad y eso de alejarse de lo políticamente correcto provoca que su mensaje vaya calando en un sector del electorado. Desde el principio de la serie, todos sabemos que está abocada a llegar a lo más alto de la política británica y que, cuando lo haga, nada bueno les espera a los ciudadanos. La serie deja un par de pistas que nos indican que ni siquiera ella es quien lleva las riendas, sino que son otros desde las sombras quienes deciden lo que debe hacerse.

Año tras año, todo parece que va a peor. Una actualidad que casi eclipsa a los dramas familiares de los Lyons. Tan apasionante es engancharse a sus problemas, como descubrir cosas de ese mundo en el que les toca sobrevivir. Donald Trump no sólo es reelegido, sino que se despide de su presidencia lanzando un misil nuclear contra China. Rusia acaba invadiendo Ucrania. Las fronteras cada vez se blindan más ante los refugiados que huyen de sus países. Como curiosidad, para España se garantiza una continuidad de los socialistas durante unos años y el país parece ser un pequeño paraíso frente a los males que sufren sus vecinos, pero después la llegada de un partido populista de extrema izquierda hace saltar la nación por los aires. Las crisis institucionales son el telón de fondo para los conflictos familiares de los Lyons. El asesor financiero que pierde todo su dinero en una crisis bancaria. El homosexual que trata de traer al Reino Unido a su amante refugiado ucraniano. La joven adolescente que aspira a ser una transhumana, la fusión entre máquina y humana con su mente pasando a formar parte de la nube... Esta trama es la que más momentos Black Mirror nos deja.

Cuando ya parece que el mundo está al borde del apocalipsis, llega un momento para la esperanza en el último episodio. Un motivador discurso de la matriarca familiar pone en marcha la rueda del cambio, al reflexionar sobre cuál fue el momento exacto en que todo empezó a torcerse y les asegura que para cambiar las cosas, simplemente hay que plantarse y exigir el cambio. Parece como si miles de ciudadanos hubieran escuchado el mismo mensaje porque el desenlace llega cuando los ciudadanos se plantan y hacen frente a la tiranía. Parece como una moraleja lanzada desde hoy para los negros tiempos que vienen. Si no quieres este futuro, el mejor momento para intentar evitarlo es éste, no dentro de diez años. ¿Hay algún tipo de mensaje oculto sobre el Brexit?