Alberto Chicote vuelve a la carga. Tras estrenarse con un programa dedicado a la comida que se sirven en las residencias de ancianos y tratar el fraude del atún rojo y el catering ilegal en las siguientes entregas, '¿Te lo vas a comer?' desveló este miércoles cómo son los menús que ofrecen los hospitales.

El programa de La Sexta recogió tres tipos de testimonios para revelar lo que realmente ocurre en los fogones de los hospitales: pacientes y familiares que se quejan de que la comida no está buena; trabajadores que denuncian que la calidad de la materia prima no es buena; y cocineros que explican desde dentro lo seguras que son y los controles que tienen.

Pescado podrido y comida que huele mal

El primer hospital que visitó el chef fue el de Barbanza, en A Coruña, donde los familiares y pacientes se han reunido a las puertas del centro para quejarse sobre el mal estado de la comida. "He estado ocho días ingresada y no he comido nada además del postre. Han tenido que venir los familiares a traerme la nevera porque lo devuelvo todo", le explicaba una paciente a Chicote.

Otra mujer contó que tardaron una semana en traerle yogures sin lactosa a su amiga, algo que la impulsó a iniciar una recogida de firmas en la que también han participado trabajadores del hospital y médicos que aseguran que la comida no es buena.

Los testimonios recogidos en '¿Te lo vas a comer?' han sido contundentes: pescado podrido, comida que huele mal, patatas crudas€ Esto hizo que Chicote contactara con la empresa que gestiona la cocina de Barbanza, pero no obtuvo ninguna respuesta. El director del hospital sí que le concedió una entrevista en la que aseguró que no habían recibido ninguna queja. "No hemos tenido ninguna incidencia, ni denuncia", aseguró el encargado, a lo que Chicote replicó: "Pues tómese esto como una incidencia que le hago llegar yo".

Una cocina a 11 kilómetros del hospital

De Galicia '¿Te lo vas a comer?' viajó a Andalucía. Chicote se desplazó hasta el hospital Doctor Sagaz, uno de los tres centros que conforman el complejo hospitalario de Jaén, donde ya no tienen cocina propia. La cerraron hace un año. Desde entonces, un camión recorre dos veces al día los 11 kilómetros que separan el hospital de donde se prepara la comida.

Son los propios trabajadores los que se rebelaron contra la empresa encargada de enviar las materias primas a la cocina del centro. Los funcionarios de cocina explican que la comida llega en mal estado y mal congelado. "El pollo se recuece y el filete llega húmedo", dice uno de ellos. Asimismo, aseguran que, si no fuera por ellos, que echan la comida atrás, estaría llegando a los pacientes.

Comer bien en un hospital es posible

Pese a todas las denuncias recibidas, Chicote visitó un hospital de Zamora que cuenta con una de las mejores cocinas. Este centro utiliza el sistema de línea fría, que consiste en elaborar la comida de forma tradicional para inmediatamente después bajarle la temperatura y conservarla en frío. Una comida que comerán los pacientes tres días después.