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Sumar denuncia el «doble cobro» del IBI en Moaña de fincas rústicas que pasaron a urbanas

Critica el afán recaudatorio del ORAL y del Concello y pide que se frene la emision de estas liquidaciones duplicadas

Oficinal del ORAL en Moaña, en la calle As Barxas.

Oficinal del ORAL en Moaña, en la calle As Barxas. / Fdv

El Movimiento Sumar Galicia en O Morrazo, cuya responsable comarcal es la moañesa Sara de Matos, manifiesta su rechazo frontal a las nuevas liquidaciones masivas del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que el ORAL, dependiente de la Diputación de Pontevedra, está enviando a los vecinos de Moaña.

Según denuncia la formación, estas comunicaciones afectan a los últimos cinco años fiscales y llegan, incluso, a personas que ya habían pagado el impuesto en su momento y que supone un «doble cobro encubierto» y una carga económica «injusta» para la ciudadanía.

De Matos explica que se trata de una revisión catastral encubierta, llevada a cabo sin transparencia ni información previa a los vecinos y que está provocando indignación en Moaña. Añade que la causa de este nuevo cobro masivo estaría en una valoración colectiva realizada recientemente por la que diversas fincas que hasta ahora tributaban como rústicas pasaron a urbanas, pero sólo a efectos tributarios. Este cambio está provocando incrementos, señala la responsable comarcal, de hasta 100 euros por recibo en algunos casos, afectando de forma directa a familias que ya cumplieron con sus obligaciones fiscales.

Sumar Morrazo considera que esta actuación del ORAL y del Concello corresponde a una voluntad clara de recaudar masivamente en lugar de buscar una solución equilibrada: «Lo más ético sería girar un recibo por la diferencia y no hacer que la ciudadanía tenga que reclamar lo que ya pagó. Concello y ORAL están trasladando toda la carga administrativa a los vecinos, obligándolos a presentar requerimientos para recuperar su propio dinero».

La formación considera injusta esta práctica y reclama que se paralice de inmediato le emisión de las liquidaciones duplicadas, estableciendo un mecanismo de compensación económica para quien ya abonó el IBI e insta al Concello y al ORAL a actuar con transparencia, ofrecer información clara y garantizar que ningún contribuyente tenga que pagar dos veces.

Desde el Ministerio de Hacienda, del que depende el Catastro, alegan ante las quejas que «todo lo que es gestión recaudatoria del IBI, incluida la liquidación de ejercicios anteriores, es competencia municipal», que pueden realizar directamente los ayuntamientos o tenerla, como es el caso, encomendada al ORAL. Asegura que es el Concello el que debe contabilizar cuántos nuevos cobros se efectúan con la inspección de obras realizadas en los últimos cuatro años y el incremento de la recaudación.

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