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Kevin González: «El informe del ‘Pitanxo’ valida la postura de las familias»

Hijo de uno de los fallecidos y edil de Moaña, considera las conclusiones de la Ciaim «demoledoras» sobre la responsabilidad de patrón y armadora | Espera una pronta apertura de juicio oral

Kevin González y su hermano descubren una placa durante un homenaje a la tripulación. |  G.N.

Kevin González y su hermano descubren una placa durante un homenaje a la tripulación. | G.N.

Moaña

El informe definitivo de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Martítimos (Ciaim) sobre el siniestro sufrido por el pesquero gallego Villa de Pitanxo en 2022 en el banco de Terranova, que acabó con la vida de 21 personas, fue acogido de forma positiva por los familiares de los fallecidos. Kevin González, hijo del engrasador Fernando González Martínez que perdió la vida en el hundimiento y actual concejal del gobierno local de Moaña, explicó ayer que es una buena noticia «el fin de la fase de instrucción, porque significa que el juez tendrá que abrir el juicio oral».

Añade, González, que aunque los abogados de las familias todavía no pudieron «desmenuzar al 100% el contenido del informe» sus conclusiones son «más demoledores que en el borrador que había salido en junio». Considera que la Ciaim valida plenamente las hipótesis tanto de las familias afectadas como de Samuel Kwesi, el marinero que se salvó de la tragedia junto al capitán, Juan Padín, y a su sobrino.

«El informe señala como presuntos culpables al patrón y a la armadora (Pesquerías Nores). También alude a otros culpables por distintas negligencias como el hecho de que el barco no pudiera faenar en una zona de hielo porque carecía de licencia o que los trajes de supervivencia llevaban, presuntamente, unos 20 años sin revisión».

Espera, González, que el juicio no se dilate para buscar justicia lo antes posible, aunque las familias estiman que no tendrán una sentencia por lo menos hasta 2027, lo que sería cinco años después de la tragedia.

El informe de la Ciaim señala, en concreto, que «el Villa de Pitanxo iba sobrecargado y que el capitán dio la orden de evacuación muy tarde». Considera también que las administraciones permitieron que empresa y barco operasen durante años al borde de la legalidad. Incluye, el informe final, varias conclusiones lapidarias como que «los pesos excedían los valores marcados en el libro de estabilidad de la embarcación, dato que el capitán no tuvo en cuenta a la hora de maniobrar». Señala también que no hubo previsión a la hora de tomar decisiones y que no se tuvieron en cuenta las condiciones meteorológicas adversas. Incide, por lo tanto, en que el hundimiento se habría producido como consecuencia de maniobras negligentes desde el puente de mando.

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