Otras dos heridas por la ola de accidentes en la autovía se plantean denunciar
Se suman a las quejas por la falta de advertencias pese a que el asfalto estaba resbaladizo | Ayer mismo, en Isamil, dos personas sufrieron daños en un choque con tres coches afectados

Uno de los vehículos del choque de ayer –Dcha.– y el turismo estacionado que fue impactado. | F.G.S.
La oleada de accidentes, todos ellos por salidas de vía, que sufrieron los usuarios de la Autovía do Morrazo entre el amanecer del jueves 11 de septiembre y la madrugada del viernes 12 había dejado al menos tres heridos en cinco siniestros con seis coches implicados. El más grave de todos seguía la semana pasada en el hospital con daños de calado tanto en la cadera como en una pierna. Avisaba de su intención de denunciar o a los equipos de emergencias o a la titular de la carretera, la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas.
Otras dos mujeres heridas, que conducían sus respectivos coches, se plantean ahora sumarse a la denuncia alertando de que, pese a que el asfalto estaba resbaladizo, no se señalizó de ninguna forma para que los conductores extremasen la precaución.
Una de las conductoras, canguesa, explica que «descendía a la altura de Domaio y perdí el control del coche. Eran las cinco de la mañana e iba a trabajar. Paso todos los días por la zona y nunca pasó eso. No entiendo cómo no avisaron. Unos días después estaban limpiando el asfalto, por algo sería», lamenta. Relata cómo estuvo unos 15 días de rehabilitación y de baja por culpa de un choque muy fuerte «porque el coche resbaló y choqué tres veces, dos contra un lado de la mediana y otro contra el margen de la calzada». Sufrió una contractura cervical y perdió el coche «que quedó siniestro total». Todavía tiene secuelas como «rigidez en el cuello».
Otra de las afectadas que hicieron sentir sus quejas estos días explica que su accidente ocurrió pasadas las 9.00 horas de la mañana. «Creo que fui la primera» en sufrir la salida de vía a la altura de Domaio. En su caso sufrió daños físicos «en una mano. Una contusión. Tuve que andar con una férula y sufrí también un latigazo cervical». En cuanto a su coche, rompió el radiador y parte del chasis así como un foco en la defensa.

El despliegue con los tres coches dañados ayer en Isamil. | F.G.S.
La llegada de las lluvias del otoño está incrementando la siniestralidad viaria en Moaña y ayer fue la carretera general, PO-551, la que registró un aparatoso accidente con tres coches implicados. Todo ocurrió pasadas las 14.30 horas cuando el conductor de un Audi A3 circulaba en dirección a Vigo. A la altura del barrio de Isamil, en la parroquia de Meira, por razones que se desconocen embistió contra la parte trasera de otro turismo que, como consecuencia del impacto, se atravesó en la carretera y quedó cerca de la entrada a una casa, cuyos dueños habían pasado por la acera minutos antes.
El coche que ocasionó el impacto, presuntamente, atravesó al otro carril y acabó dañando lateralmente a un tercer turismo que estaba estacionado y vacío. Dos personas resultaron heridas y trasladadas en ambulancia. Hasta la zona se desplazaron efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y de la Policía Local de Moaña, que regularon el tráfico dando paso alternativo por un único carril.
Cerca del punto del siniestro de ayer, a comienzos de octubre un padre y su hijo sufrieron daños graves cuando un coche impactó frontalmente contra la motocicleta en la que circulaban. A mayores, el pasado viernes dos conductores resultaron heridos en sendos siniestros que ocurrieron con solo 20 minutos de diferencia, uno de la calle Méndez Núñez y otro en la carretera PO-313.
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