El gobierno de la Mancomunidad de O Morrazo sale escoltado de noche tras los disturbios por la subida de la basura
Más de un millar de personas se concentraron contra la subida de la tasa que fue aprobada en la asamblea por los gobiernos de Cangas, Moaña y Bueu (BNG, PSOE y EU)
Tiraron contenedores y piedras contra los ediles

Julio Santos Álvarez
Esperaban una protesta vecinal contra la subida de la basura, pero no del calibre de los disturbios que ayer se produjeron ante el Concello de Cangas, en donde por la tarde se celebró la asamblea de la Mancomunidad que aprobó la ordenanza de la nueva tasa en los concellos de Cangas, Moaña y Bueu, y que acabó con el gobierno del ente supramunicipal —integrado por los respectivos gobiernos (BNG, PSOE y EU en Cangas; BNG en Moaña y BNG y PSOE en Bueu)—, saliendo escoltados con Policía Local y Guardia Civil, pasadas las once de la noche.
Todavía en la calle permanecían un centenar de las más de mil personas que se concentraron por la tarde para protestar contra la subida de la tasa, tirando contenedores de la basura y bloqueando con ellos las puertas del Concello con piedras encima y con el agua cortada con los ediles dentro, en un acto de sabotaje. Alcaldes y concejales de gobierno (24 del BNG, 6 del PSOE y 1 de EU) fueron saliendo por tandas, dando prioridad a las personas con motivos de salud o de mayor necesidad. Las primeras fueron María Sanluis y Silvia Carballo y así sucesivamente en medio de gritos de «¡Dimisión!» e incluso llegaron a arrojar piedras grandes contra ellos. Dos policías y cuatro guardias civiles, entre ellos el capitán, protegían la salida del Concello.
La asamblea de la Mancomunidad, que preside la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido (BNG), estaba convocada para las 18:00 horas y ya por la mañana en muchos locales de hostelería y comercio colgaban carteles de «Hoy estamos cerrados a partir de las 17:00 horas». Había una llamada a concentrarse a través de redes sociales y también lo hacía el PP, muy opositor a esta subida de la basura, que estuvo durante el día con un coche con megafonía. «Apoyo a la concentración por la subida de la basura. Nos vemos en el Ayuntamiento», rezaba en dichos carteles.

Multidudinaria protesta contra la subida de la basura en O Morrazo / Santos Álvarez
La convocatoria de protesta reunió a más de un millar de personas y ahí ya comenzaron los disturbios, cortando con contenedores la PO-551 desde la Avenida de Marín, que es la entrada y salida principal de Cangas, e intentando entrar a la fuerza en el Concello. La Policía Local tuvo que actuar formando un cordón con media docena de agentes en la puerta para impedir el paso. Se vivieron momentos de tensión, con forcejeo entre unos y otros, ya que los manifestantes querían subir al salón de plenos, cuyo aforo limitó la presidenta de la Mancomunidad a 68 personas, por motivos de seguridad.
La tensión fue tal que se movilizó a la Guardia Civil. Los concentrados en el exterior no cesaban de gritar «¡Fuera!», «¡No hay democracia!», «¡Dimitan!». En una pancarta colgada en la rampa de acceso por parte del partido de oposición en Cangas, Alternativa dos Veciños (AV), en donde milita el exedil Mariano Abalo que repartió octavillas, se podía leer: «Suba caciquil do lixo non. Servizo municipal e reciclaxes, sí».

Julio Santos Álvarez
Dentro del salón de plenos también vivió mucha tensión, con los concejales de la oposición PP y AV que se negaron a estar sentados en las butacas del público, como suele realizarse en una asamblea de la Mancomunidad, y subieron a las bancadas de los partidos desde donde intervinieron. En medio, alguna de las ediles del PP salió a la ventana del consistorio a jalear a los concentrados en su protesta contra la subida de la basura, que no paraban de gritar. La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos (BNG) y el alcalde de Bueu, Félix Juncal (BNG), fueron los que intentaron dar una explicación sobre los motivos de la subida, además del teniente de alcalde de Cangas, Antón Iglesias, aunque sus intervenciones poco se escuchaban entre tanto alboroto de los vecinos y los gritos de «¡dimisión, fora, fora, fora!». Del PP intervinieron los portavoces Dolores Hermelo (Cangas) con el edil Pío Millán, Elena Estévez (Bueu) y Alfonso Piñeiro (Moaña), que criticaron que no se hubiera permitido el paso a todas las personas y lamentaron que la subida no sea gradual y no se hablara con los colectivos. También lo hizo la portavoz de AV, Victoria Portas y el edil no adscrito de Bueu, Daniel Chapela que fue el primero en hacerlo, por una cuestión de orden, para que entrara todo el mundo, sin aforos.
Cerca de las ocho de la tarde y tras casi dos horas de un debate inaudible, se aprobó la subida de la basura con los votos mayoritarios del gobierno del BNG, PSOE y EU y en contra del PP, AV y edil no adscrito de Bueu, además de la abstención del edil socialista de Moaña.
Se votó con gritos de «¡sinvergüenzas!» por parte de los presentes. La Guardia Civil localizó mensajes por redes de personas que iban a arrojar huevos. Dentro del salón de plenos había dos mandos de la Guardia Civil y también nueve agentes fuera junto a los policías locales.
La asamblea concluyó pero los miembros del gobierno de la Mancomunidad siguieron encerrados en el Concello debido a los disturbios en la calle y con las puertas taponadas con contenedores de la basura que los manifestantes —comerciantes y vecinos de la comarca que se oponen a la subida de los precios con el apoyo principal del PP y de AV—, volcaron con piedras encima.
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