La Casa dos Pobres se habita siete años después de su okupación

Cuatro años después del desalojo de los okupas de la Casa dos Pobres de Cangas, en la calle Enseñanza, la próxima semana se ocuparán dos de las tres viviendas de las denominadas de emergencia disponibles: una persona en cada una de ellas. Durante tres años, la Casa dos Pobres estuvo okupada y eso impidió que se pudieran terminar unas obras de reforma que se habían iniciado con subvención de la Diputación. Al no poder certificarlas el Concello se quedó sin la financiación.

Según manifestó la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido, son dos personas que cumples los requisitos estipulados en la ordenanza para poder entrar en una de las ahora denominadas vivienda de emergencia. Hay que recordar que en la ordenanza se otorga prioridad a los afectados por violencia de género y a las personas desahuciadas. Deben estar, también, empadronadas en Cangas con la antelación de un año a la fecha de formalizar la solicitud. Los ingresos ponderados no pueden superar los 15.000 euros al año.

Lo cierto es que sorprende que pasara tanto tiempo sin que las nuevas viviendas tuvieran inquilinos. También lo es que hasta junio de del pasado año no hubo ordenanza y fue en abril de este año cuando se terminó de amueblar. Fueron tres los apartamentos habilitados, dos en la planta superior y uno en el bajo, donde también se ubica un almacén y un lavadero de uso compartido. Todos disponen de cocina-comedor, baño y una o dos habitaciones, según los casos. El Concello contrató la dotación de mobiliario y empleados municipales aún están dando los últimos retoques para su puesta en servicio, que será inmediata.

El Concello de Cangas creará una lista donde figuren todas las personas solicitantes de viviendas admitidas, según la orden de puntuación, obtenida y el grupo de vivienda al que fue asignado, según el proceso de valoración.

Se trata de una fecha importante, porque en Cangas siempre tuvo una gran reputación la denominada Casa dos Pobres, que cuenta con un gran prestigio. De hecho, el fallecido alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, se volcó mucho en lograr el desalojo de los okupas, sin que lo pudiera verlo, porque ya se saben que los plazos en la justicia son lentos y se tardaron tres años de desokupar el inmueble.

Hay que recordar que el plazo máximo de estancia en las viviendas se sitúa en seis meses.

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