El percebe de Cíes ya supera los 135 euros

El sector reduce los días de extracción y el cupo, de 5 a 3 kilos diarios, para lograr facturación y cuidar el recurso

La presencia de la mujer percebeira sigue siendo escasa, aunque muy valorada: «No cambio a mi marinera por un hombre»

Percebeiros de Cangas trabajando el miércoles en O Cabezo de Ferreiros, en la zona de mar abierto en la isla norte de las Cíes. |  Fdv

Percebeiros de Cangas trabajando el miércoles en O Cabezo de Ferreiros, en la zona de mar abierto en la isla norte de las Cíes. | Fdv

Cangas

El sector percebeiro de Cangas está satisfecho de cómo está transcurriendo la campaña en las islas Cíes, que comenzaron en mayo, cuando dejan durante seis meses los acantilados de la Costa da Vela, más refugiados para trabajar en invierno. Los profesionales conviven con un Parque Nacional das Illas Atlánticas que recibe miles de turistas, pero aseguran que lo hacen en armonía, comunicando simplemente cuando alternan su zona de trabajo de la isla norte a la sur o viceversa. Son los propios percebeiros del plan de explotación de Cangas, en donde trabajan una treintena de embarcaciones -la mayoría de Cangas y entre 2 y 3 de Bueu y 2 de Vigo- los que valoran cuando acuden a un penedo u a otro, según vaya la campaña.

Esta semana han estado trabajando en O Cabezo de Ferreiros, en la isla norte, a mar abierto, en donde ya llevan faenando todo el mes de junio después de mayo en la isla sur. El presidente del plan de explotación, Fernando Mariño, asegura que, por el momento, puede hacer un buen balance en cuanto a precios, aunque las jornadas no siempre son buenas «puedes hacer dos buenas y una regular», como ha sido esta semana, con la satisfacción de haber podido ir tres días seguidos a la isla el lunes, martes y miércoles.

El percebe de Cíes, que el sector defiende como uno de los mejores de Galicia frente a la fama del crustáceo del norte, está consiguiendo buenos precios y por lo que respecta al mínimo en mayo y lo que va de este mes de junio no baja de los 34,50 euros el kilo, cuando en el mismo período del año pasado, el mínimo estaba en 12,00. El precio máximo en este mes y medio llega a los 135,50 euros, algo más bajo que en el mismo período de 2024, que resultó con 140,50 euros, pero es considerado bueno para el sector. El precio medio está siendo este año de 83,21 lo que supone 23,45 euros más que el medio de 2024, que se quedó en 59,76. También es cierto que los profesionales no van a todo el cupo ni todos los días. En mayo hicieron semanas de sólo dos días.

El mar marca las condiciones de si pueden o no ir, pero los percebeiros marcan las suyas en cuanto a kilos de capturas al día, dentro de un cupo. Tienen autorizado 5 kilos por persona al día, pero para esta temporada han acordado ir sólo a 3 kilos para seguir respetando el recurso, señala el presidente de la agrupación, que reconoce que, gracias a este tipo de medidas, se han encontrado bastante fijación de percebe en los penedos. En lo que va de año, desde enero a junio, se han capturado 852 kilos de percebe frente a los 1.216 del mismo período en el año 2024, con una facturación de 70.899 euros, frente a 72.664 euros de un año antes.

Mariño también señala que ahora ya no faenan con el «todo para todos», sino que han vuelto al sistema de toda la vida de «cada uno para sí», que se había cambiado para que no hubiera tanta competencia entre ellos y que el recurso no sufriera más. Pero no pudieron seguir con ese método en el que todo el percebe que cogían se repartía después a partes iguales a la hora de vender.

Imagen de archivo de una subasta de percebe en la lonja de Cangas.

Imagen de archivo de una subasta de percebe en la lonja de Cangas. / Julio Santos Álvarez

La reducción de capturas se ve en las estadísticas de los dos últimos dos años. En 2024 la cofradía de Cangas figura con 8.935 kilos de percebe y 601.826 euros de facturación y en 2023, 13.299 kilos y 698.658 euros. El precio máximo el año pasado fue de 220 euros, el mínimo de 12,00 y el medio de 67,35 y en 2023 de 250, 10 y 52,53 euros, respectivamente.

Respecto al relevo generacional, Mariño asegura que en este sector hay poco, quizás dos percebeiros que trabajan con sus hijos. La presencia de la mujer sigue siendo escasa aunque muy bien considerada. En su caso tiene una mujer marinera desde hace unos tres años que asegura que no cambia por un hombre: «En el mar se defienden igual que los hombres, saltando a las rocas o corriendo». En el plan hay tres mujeres, aunque en la actualidad dos están de baja por maternidad.

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