La otra cara de la concentración motera de Bueu: ruido «insoportable» y una moto estrellada en una terraza cuando hacía un «caballito»

El Concello ha recibido «multitude» de quejas por el comportamiento de una parte de los moteros

El accidente ocurrió en una terraza situada en una calle peatonal

La moto del accidente en el suelo y los daños en la terraza del restaurante Volver, en Bueu.

La moto del accidente en el suelo y los daños en la terraza del restaurante Volver, en Bueu. / FdV

Bueu

La concentración motera de Bueu deja un balance de dos caras y una larga lista de quejas por el comportamiento de algunos moteros. Eran una minoría dentro de la multitud de participantes, pero se hicieron notar con el ruido constante e «insoportable» de sus motocicletas y empañaron un fin de semana de fiesta.

Y la cosa pudo ser peor. Uno de esos versos sueltos provocó un accidente que a punto estuvo de ocasionar una tragedia: realizando un caballito con su moto perdió el control de la misma y se estrelló contra una terraza situada en la calle peatonal Eduardo Vincenti. Afortunadamente no había nadie en la mesa contra la que chocó y el único herido fue el propio piloto, que a consecuencia del golpe dio una especie de voltoreta y acabó en una finca situada al lado, pasando por encima del vallado. «Y tuvo suerte de no engancharse con los listones de hierro que acaban en punta», contaban ayer los responsables del establecimiento hostelero.

El lugar donde está la terraza del Volver y el vallado sobre el que pasó el piloto en su caída tras perder el control de la moto.

El lugar donde está la terraza del Volver y el vallado sobre el que pasó el piloto en su caída tras perder el control de la moto. / FdV

A lo largo de la tarde y la madrugada del sábado la Policía Local de Bueu recibió multitud de llamadas quejándose por el ruido que provocaban de manera deliberada algunos moteros que acudieron a la concentración, ya fuese «petardeando» con los tubos de escape o quemando rueda. Una situación que ayer se valoraba desde la Alcaldía, que ya solicitó un informe detallado a la Policía Local con todo lo sucedido. «O nivel de ruído e de molestias foi impropio e insoportable. Isto é algo que non debe volver a producirse», afirmaba el alcalde de Bueu, Félix Juncal.

El regidor se puso en contacto con la Subdelegación del Gobierno para solicitar un aumento de la presencia de la Guardia Civil y a lo largo de la tarde del sábado se enviaron tres patrullas con ocho agentes.

Personas que «actúan fóra do programa» para «montar a súa festa particular»

Desde el Concello señalan a una parte de los moteros, «que actúan fóra do programa e do evento autorizado» y a los que acusan de «montar a súa particular festa» en forma de ruido constante y sin límites. «Non estamos falando dunha situación puntual ou esporádica. Foi algo continuo durante toda a tarde e ata a madrugada, algo que non se pode volver a repetir», asegura Félix Juncal. Una situación de lo que dan fe vecinos que residen en As Lagoas. «Estuvieron de manera continuada hasta las 2 de la mañana y luego de manera intermitente hasta las 6», explican.

El gobierno local tiene previsto mantener próximamente una reunión con la organización, el Motoclub Moteros do Morrazo, para analizar la situación y estudiar posibles medidas para próximas ediciones. En todo caso dejan claro que «hai que diferenciar entre o que foi un evento autorizado e que pode xerar unhas molestias que entran dentro do normal e por outra parte unha serie de participantes que rebasaron todos os límites».

Otra imagen de la terraza del restaurante Volver justo después del accidente del sábado.

Otra imagen de la terraza del restaurante Volver justo después del accidente del sábado. / FdV

Ayer desde el propio motoclub reconocían que el comportamiento de algunos de los participantes les perjudica. «Es una pena porque la concentración en sí fue un espectáculo, la carpa estuvo llena y muchos locales de la hostelería nos transmitían que tanto el viernes como el sábado trabajaron a tope. Nosotros mismos llamamos a la Policía Local, que vino varias veces, pero cuando se marchaban era como si no hubiese pasado nada», explicaban desde la directiva. «Al final se trata de una cuestión de respeto, educación y civismo. A nosotros también nos hace daño y nos fastidia porque la gente que estaba en la carpa no podía disfrutar de los conciertos», lamentan.

El motoclub espera ahora la llamada del Concello de Bueu para mantener esa reunión, aunque también se reunirán a nivel interno para hacer balance y analizar qué medidas se pueden adoptar para mejorar el evento.

«Escondieron la moto y no querían que avisáramos a nadie»

El accidente del sábado ocurrió pasadas a las 21.30 horas cuando el piloto de una motocicleta que circulaba realizando un caballito [apoyado sobre la rueda trasera y con la delantera levantada] por la calle José María Estévez. En un momento dado perdió el control del vehículo y se estrelló contra la terraza del restaurante Volver, que está situado en la calle peatonal Eduardo Vincenti. «Entendemos que debió perder el control al salir de José María Estévez porque el pavimento de las calles es diferente. En ese lado de la terraza tenemos cuatro mesas y había una que estaba ocupada, con una pareja que estaba cenando. La suerte es que chocó contra una de las mesas que estaba vacía», explicaba ayer uno de los propietarios. A consecuencia de la inercia del golpe el piloto pasó por encima del vallado situado al lado de la terraza y cayó en una finca.

El herido fue trasladado en ambulancia, pero los dueños del restaurante aseguran que las personas que lo acampañaban «cogieron la moto, la escondieron y le quitaron la matrícula». Continúan relatando que los amigos «no querían que avisáramos a nadie porque tenían miedo de que si venía la Guardia Civil o la Policía Local le hiciesen un control». Pese a ello, una de las personas que estaba en el establecimiento pudo tomar una foto de la matrícula de la moto y ahora los dueños reclamarán al seguro.

«El año que viene vamos a cerrar durante la concentración»

Afortunadamente en ese momento no pasaba nadie por la calle y la mesa contra la que chocó el motorista estaba vacío. «Tuvimos que cerrar la terraza y recolocar a la gente. Había personas que estaban nerviosas, como un niño que lloraba porque antes del accidente él quería cenar fuera y estaba asustado por lo que pudo ocurrir si llegan a estar allí», cuentan desde el restaurante Volver.

«El año que viene directamente cerramos el fin de semana de la concentración, nos evitamos problemas», concluyen.

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